Además de sus tacones, Lidl lanza, renovadas, las deportivas con las que arrasó en 2020 y que triplicaron su precio en el mercado de 2ª mano

Lidl lo anunciaba a primera hora de este jueves: vuelven los zapatos altos con los colores corporativos de la marca con los que la cadena de supermercados causó furor en 2022 (y que fueron bautizados como "Los Tacones", así solo y con mayúsculas, por la repercusión que obtuvieron en aquel momento tras agotarse en pocas horas). Pero esto no es todo: junto a este calzado femenino, de precio low-cost (19,99 euros) que fue en su primer lanzamiento elogiado por rostros conocidos como Carmen Lomana, la firma ha anunciado que recupera otros de sus productos estrella. Entre estos destaca el que fue, tal vez, el primer accesorio de moda en causar estragos y elevar el nombre de Lidl a titulares, conversaciones y trends 'fashion'. Nos referimos a las zapatillas deportivas tricolores (amarillo, azul y rojo) que no solo hicieron que en la web oficial colgara el cartel de 'Agotado' al poco de ponerse a la venta un 15 de octubre de hace cuatro años al precio de 19,99 euros, sino que llegaron poco después a triplicar su precio en el mercado de segunda mano (más si iban acompañados de calcetines a juego, que ahora también regresan con nueva cara).

La diferencia entre las zapatillas de 2020 (en la foto que encabeza esta noticia) y las actuales es que las segundas son más contenidas, con el uso del blanco en el empeine y el amarillo reducido a la lengüeta. Su precio, además, es menor: 12,99 euros. Aún están disponibles, ¿será por mucho tiempo? Junto a ellas, se pueden adquirir los calcetines, unas chaquetas vaqueras con cremallera y una riñonera (5,99 euros).

Unas zapatillas fruto de una inocentada

Arantxa Conde, directora de Relaciones Públicas de Lidl España, nos contó en 2020 como esas zapatillas se habían lanzado "por petición expresa de sus clientes". Todo comenzó en el Día de los Santos Inocentes, en Alemania. La compañía anunció en una publicación que lanzaría una colección de moda. Después reveló que todo había sido parte de una inocentada, pero no sin antes tomar nota del gran interés que había despertado la campaña entre sus consumidores más jóvenes y millennials —a quienes se dirigía—, que incluso animaron a Lidl a replantearse la comercialización de la colección, en principio, ficticia.

"La compañía lanzó su colección de moda propia por petición expresa de sus clientes. Era de esperar que el lanzamiento cosechara un gran éxito", explico entonces Conde, que subrayó la importancia del 'fandom' de la marca: "Los llamados 'Lidle lovers' crecen cada día, se ha creado un fenómeno alrededor de la democratización de la moda que Lidl mantiene". A los fans, vestir los colores de la compañía "les parecía divertido, diferente".

Hay más: "El marquismo". "Lidl ha cogido los códigos actuales de grandes éxitos comerciales y lo democratiza con humor y buen precio", confirmó Lambert Perera, del Postgrado en Diseño de Calzado del iED Barcelona.