Adiós al Hipster, llega la hora del...

Swaggers, Muppies, Yuccies... La nueva generación de hombres que sustituyen al Hipster. 

Hipsters 2016
Hipsters 2016 / @beardwithflowers

Ya hace varios meses distintos medios pronosticaron la extinción del hípster, la tribu urbana y gafapastera más importante del último lustro. En lo que no se ponen de acuerdo es en quién es su sustituto.

El hipsterismo ha muerto. Así lo aseguran influencers, publicaciones diversas, espacios de tendencias y hasta los propios hípsters, quienes siempre se han vanagloriado de estar a la última y constituyen la tribu urbana más relevante en lo que llevamos de siglo XXI.

Lo que no parece claro es quién es su sucesor. En los últimos 12 meses, al menos media docena de grupos distintos se han consolidado y han sido ensalzadas por los medios como los nuevos precursores de las nuevas tendencias. ¿Cuál crees que cuenta con más seguidores?

Twee: Bajo esta denominación, inspirada en la forma en la que los bebés anglosajones pronuncian la palabra sweet (dulce), se agrupan jóvenes sensibles, bondadosos, de apariencia naif y seguidores del cine primoroso y de culto de Wes Anderson y de iconos como Zooey Deschanel. Entre sus pasiones, las mermeladas y galletas artesanas, las hortalizas biológicas, las mascotas que cuidan con mimo y  la música happy-poppy de She & Him. Se distinguen de los hipsters por su alergia al postureo y su olor a muffins de fresa.

Swaggers: Su templo es cualquier tienda Apple, a la que rinden pleitesía haciéndose selfies junto a su puerta y aprovechando su wifi gratis. Se trata de adolescentes consumistas y sin complejos, inspirados por la cultura hip hop y el universo cani, y que viven repartidos entre la dimensión offline y online, donde compiten por coleccionar el mayor número de seguidores en Instragram. Se les reconoce por las gorras, deportivas, los microshorts (ellas), los tupés y rapados asimétricos y los pantalones ajustados.

Muppies. Esta subcultura hípster debe su nombre a la escritora estadounidense Michelle Miller y a la unión que hizo esta en su libro ‘The Underwriting’ de los términos millennials (nacidos entre los ochenta y la primera década del siglo XXI) y los yuppies.  Con currículos notables que incluyen carrera superior y, posiblemente, máster, se trata de jóvenes amantes del ocio digital y la vida sana (practican runninng, yoga y siguen dietas equilibradas). Entre sus profesiones preferidas, las de diseñadores, bloggers u organizadores de eventos. En cuanto a moda, les espanta la exuberancia y optan por vestimentas sencillas e informales pero de firma. Importantes, los complementos.

Yuccies: Una variación de los muppies, con los que comparten su pasión por el deporte y los productos orgánicos, las redes sociales (Instagram es la favorita), la música en streaming y un buen expediente académico. Identificados como ‘Young Urban Creative’, se caracterizan por su perfil emprendedor y creativo: prefieren montar su propio negocio (desde un huerto urbano a talleres de reparación de bicis) a trabajar por cuenta ajena en una multinacional. En cuanto a estética, se decantan por un look cuidado. En el caso de ellos, ¡adiós a la barba!

Fofisanos: Los músculos ya no triunfan, aseguraron durante 2015 varios medios, que se lanzaron a enarbolar la imagen del fofisano, un ejemplar masculino (no existen fofisanas) saludable pero con barriguita, tal vez con algún michelín de más y, sobre todo, sin complejos y feliz con su cuerpo.

. A la vez que la llegada del ‘fofisano’ promovía el físico natural entre ellos, el fenómeno ‘fitster’ fomentaba justo lo contrario entre ellas. Las fitsters son jóvenes adeptas a la dieta sana, el deporte y la estética. Auténticas gurús  del fitness y el gimnasio, su armario cuenta con una amplia colección de ropa deportiva y ajustada para para marcar su figura.   El auge de esta tendencia no ha pasado inadvertida a los diseñadores. Alexander Wang, Stella McCartney o Karl Lagerfeld ya cuentan con líneas deportivas que distribuyen en H&M, Adidas o Zalando.

Gamers y cosplayers. Herederos directos de la cultura nipona, los ‘gamers’ son fanáticos de las consolas y los videojuegos más complejos, a los que pueden dedicar horas y horas. Los cosplayers, una de las tribus urbanas más asentadas en Tokio, se caracterizan, además, por su afición a disfrazarse de sus personajes de ficción favoritos para acudir a reuniones y eventos, su pasión por las series de anime y el manga. En España se les puede ver en los principales Salones del Cómic que convocan Barcelona, Valencia o Madrid.

Trazer: una tribu ficticia que, sin embargo, revolucionó las redes sociales el pasado mes de noviembre después de que un periódico publicara el titular: “El hípster ha muerto, llega el trazer”. Fruto, en realidad, de una campaña viral de una agencia de viajes, el trazer se convirtió en trending topic con su supuesta forma estrafalaria de vestir (entre sus rasgos, largas barbas trenzadas) y su pasión por viajar.

 

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