Solo las mangas acampanadas del mono de Asos que ha llevado Mery Turiel podrían hacerle sombra a la tendencia de las mangas abullonadas del verano
Parece que a las mangas abullonadas les ha salido competencia.

A estas alturas nadie duda que <strong>mangas abullonadas</strong> son el detalle que marca la diferencia este veranolas mangas abullonadas son el detalle que marca la diferencia este verano. Camisas, tops, vestidos, monos... las prendas de la temporada han puesto el foco de atención en los hombros y no queda una sola 'it girl' sin lucir esta tendencia ganadora. Sin embargo, Mery Turiel nos ha recordado, 'lookazo' de Instagram mediante, que hay vida más allá de los diseños con volumen, recuperando las mangas acampanadas más setenteras.
En su afán por jugar con las tendencias, la 'influencer' ha apostado por un original diseño de Asos de inspiración 'boho', ideal para las vacaciones en la playa. Si bien es cierto que se ha declarado fan de las <strong>mangas abullonadas</strong>Mery se ha declarado fan de las mangas abullonadas en varias ocasiones, no cabe duda de que en su armario hay espacio para todo tipo de prendas: desde las piezas de fiesta más elegantes y sofisticadas hasta los looks básicos y cómodos para el día a día.
Sus looks en Menorca, lugar donde se encuentra de vacaciones con su novio, son la mejor prueba de ello, pues en su maleta ha incluido tanto bikinis 'tie-dye' como shorts vaqueros, sudaderas y vestidos (y ha conseguido agotar el floral de la nueva colección de Zara).

En esta ocasión, Mery Turiel se ha decantado por un mono cortito con el que lucir pierna cuyo punto fuerte son las mangas de campana y el ribete bordado que remata el escote en pico. Un bolso negro a modo de bandolera completa su 'outfit' que, imaginamos, habrá redondeado con unas sandalias planas y cómodas.
El mono, disponible desde la talla 32 hasta la 46, tiene un precio de 48,99 euros y ya cuelga la etiqueta de 'arrasando' en la web de Asos, lo que nos hace sospechar que no tardará mucho tiempo en empezar a agotarse. Así es el 'efecto Mery Turiel'.

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