La falda de Zara que Kate Middleton ha tardado tres años en estrenar (y que confirma su obsesión de la temporada)

La visita a Gales de Kate Middleton y el príncipe Guillermo continúa regalándonos estampas (y looks) para el recuerdo. Después de su aparición estelar del pasado fin de semana en un partido de rugby en Cardiff, este martes la pareja real ha vuelto a atrapar focos a su paso durante una visita oficial a Port Talbot, una ciudad a unos 60 kilómetros al oeste de la capital del país británico hasta la que se han desplazado para conocer el Centro de Ocio y Fitness de Aberavon, centrado en los beneficios del ejercicio físico para la salud mental.

Ajenos a los rumores de infidelidad que les persiguen desde hace días, los duques de Cambridge se han mostrado tan cercanos y animados como es habitual en sus compromisos oficiales; incluso se han animado a pedalear en una bicicleta estática para demostrar una vez más su pasión por el deporte. ¡Momentazo! 

Pero entremos ya en materia de moda. El estilismo escogido por Kate Middleton para la ocasión no es probablemente el más adecuado para marcarse un momento ‘fitness’, pero sí que tiene todo lo que le pedimos a un buen look de invierno y, además, lleva incluida una sorpresa de Zara: una falda de pata de gallo que ha tardado tres años en estrenar, al menos de forma pública, ya que pertenece a la colección de 2019 de la marca gallega. 

No es la única ‘royal’ que pone en práctica esta curiosa maniobra de moda: la reina Letizia también es toda una experta en estrenar prendas de nuestras marcas favoritas meses o incluso años más tarde de que salgan a la venta, lo que indica que sus vestidores todavía pueden darnos muchas sorpresas. 

En este caso, la falda de corte midi y silueta acampanada tenía en su momento un precio de 39,95 euros y captó la atención de las amantes de la moda en todo el mundo por su elegante tejido bicolor, su bajo deshilachado y su abertura central que aporta comodidad y movimiento. 

Kate la ha combinado con un jersey blanco de cuello alto, botas negras de tacón cómodo a tono con un bolso de mano de Mulberry y un abrigo largo en color crema en cuya solapa ha colocado un narciso amarillo (esta flor es uno de los emblemas nacionales de Gales) con motivo de la cercana celebración del día nacional de Gales, que tiene lugar cada 1 de marzo coincidiendo con su patrón, San David. En el apartado joyas destacan sus pendientes de perlas y diamantes y su inseparable anillo de compromiso con un gran zafiro que perteneció a su suegra la princesa Diana. 

Con esta falda, la actual princesa de Gales no solo reafirma su predilección por Zara -en su armario guarda todo tipo de prendas y accesorios de la firma española; para muestra los pendientes que llevó a los Premios Bafta hace solo unos días- sino que además confirma su obsesión con el estampado de pata de gallo esta temporada.

De hecho esa fue también su elección para su anterior evento en el país: el mencionado partido de rugby de la liga Seis Naciones que este sábado enfrentó a Gales con Inglaterra. Curiosamente, este encuentro deportivo convirtió en ‘rivales’ a la pareja: el príncipe William, como patrocinador de la Welsh Rugby Union, va con Gales; mientras que su esposa, patrocinadora de la Rugby Football Union (RFU) desde que tomó el relevo del príncipe Harry, apoya a Inglaterra.

Ambos acudieron al estadio con prendas de color rojo en alusión a las respectivas equipaciones y a la bandera del Reino Unido: en el caso del hijo de Carlos III una bufanda y en el de Kate, como decíamos, un abrigo de pata de gallo en combinación de rojo y blanco de Catherine Walker, una de las diseñadoras de cabecera de Lady Di.