5 razones por las que viajar a Lanzarote este invierno

La isla es un destino perfecto en estos meses y te damos un montón de razones que lo demuestran.

Vista del Castillo de San Gabriel y Arrrecife en Lanzarote
Vista del Castillo de San Gabriel y Arrrecife en Lanzarote / Meinzahn

Si te pidieran que describieras el paraíso, seguramente tu cabeza automáticamente se iría a una isla, en la que todo el año hiciera buen tiempo y una temperatura agradable y que, además de playas, tuviera paisajes naturales únicos y diferentes. Pues estás de enhorabuena, porque todas esas características las tienes mucho más cerca de lo que imaginas, y para escaparte a este oasis no tendrás ni que salir de nuestras fronteras.

Y es que, a pesar de que tenemos la suerte de vivir en un lugar privilegiado a nivel geográfico, los meses de invierno son duros en la península, por lo que aprovechar la temporada de frío para hacer una escapada a las Islas Canarias es una apuesta segura para disfrutar de unos días de verano en pleno invierno. Sin embargo, no todas las islas son iguales aunque pertenezcan al mismo archipiélago, y hoy vamos a darte un montón de motivos para visitar una de las más especiales: Lanzarote.

1. El clima

Gracias a su ubicación (es la más oriental de las Islas Canarias y la que más cerca se encuentra del continente africano), Lanzarote tiene una temperatura media de 21 grados durante todo el año. De hecho, son muy pocos los días de lluvia al año, y el sol brilla prácticamente los 365 días. Por eso, el invierno es la época perfecta para visitar la isla, ya que estás a un avión de distancia de disfrutar de nuevo del verano aún estando en enero.

2. El alojamiento

¿No pensarías que te íbamos a dejar abandonada en el tema de encontrar el mejor hotel donde alojarte? De hecho, vamos a recomendarte el hotel con las mejores vistas de Lanzarote: Arrecife Gran Hotel & Spa. Después de una renovación total ha vuelto a abrir sus puertas con un cambio de imagen que no deja indiferente a nadie. Y es que, el edificio más emblemático de Lanzarote no solo es la infraestructura más alta de la isla, con unas vistas inigualables y una panorámica de 360 grados de la capital, Arrecife, sino que además se posiciona como gastrohotel con un espacio sofisticado y minimalista en el que poder disfrutar de estancias únicas con los 5 sentidos.

¿El gran reclamo? Las suites infinity y sky ubicadas en las plantas más altas del hotel. Ambas ofrecen una experiencia inmejorable gracias a sus amplios ventanales con vistas al mar y duchas acristaladas. Otro lugar indispensable del hotel es su spa AquaPlus, un espacio diseñado para el más absoluto confort y bienestar en el que poder hacer un completo y lujoso recorrido de aguas termales y terapias de todo el mundo.

3. Lugares insólitos

Lanzarote es mucho más que un destino de playa y relax. De hecho, la llaman la isla de los 100 volcanes ya que, cualquier montaña que veas en sus paisajes no es un monte cualquiera, sino un volcán. El más grande de ellos, el volcán de la corona, entró en erupción hace 20.000 años, y cuando la lava se enfrió y terminó de salir al mar, se crearon unas galerías subterráneas que hoy se pueden visitar y son uno de los imprescindibles de la isla. Estamos hablando de La cueva de los verdes, que además de ser una visita obligada, es uno de los sitios más especiales para los amantes de la música. ¿El motivo? En su interior hay un auditorio donde se celebran conciertos de diversos géneros de carácter intimista y aforo reducido. El particular entorno de la gruta volcánica, su temperatura, los efectos del sonido por la porosidad de la lava, su cuidada iluminación y la cercanía del espectador al escenario, convierten cada espectáculo en un inspirador encuentro entre arte y naturaleza.

4. Naturaleza única

Los paisajes de Lanzarote son tan imponentes como peculiares y eso se debe en gran parte al Parque Nacional del Timanfaya, que es el único parque nacional español de carácter eminentemente geológico, resultado de las erupciones volcánicas que hubo en el siglo XVIII y XIX. Pasear por allí es lo más parecido a caminar por Marte que vivirás en la vida, pero no la única actividad que puedes realizar en él, ya que puedes hasta montar en camello y dar una vuelta por sus paisajes sin vegetación y que parecen de otro mundo.

5. Su gente

Seguro que habrás escuchado eso de que en Canarias la vida va a otro ritmo mucho más pausado, y es cierto, aunque no necesariamente esto es algo malo. Puede que al principio te cueste salir de ese estilo de vida frenético en el que vives, pero si vas a disfrutar de unos días de relax y de vacaciones, ¿no tiene más sentido llevar un ritmo acorde a tu estado de relajación? Además, todos sus habitantes son amables y serviciales, lo que siempre es un punto a favor a la hora de relacionarte con las personas locales y recordar tu estancia allí siempre con una sonrisa.

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