Los siete jinetes del Apocalipsis de una relación

1. Parecerse demasiado al otro
Al principio puede parecer una bendición, sin embargo con el paso del tiempo y en la convivencia funcionan mejor las personas que se complementan que las que se parecen demasiado. Recuerda la ley física … Polos similares se repelen. Por otra parte, para moverse por la vida no es buena la excesiva retroalimentación que vemos en algunas parejas. Uno no siempre tiene la razón y es mejor tener una persona al lado que te lo haga ver en lugar de tener alguien que te adula todo el rato o que ve la realidad exactamente igual que tú. Créeme, aunque a primera vista pueda parecer cómodo a largo plazo es aburrido y contraproducente.
2. La pedantería
Nadie va a negar el valor del conocimiento pero intelectualizarlo todo es una desgracia para una relación en la que debe haber un lugar importante para las emociones y la empatía con el otro.
3. Discutir por discutir
El exceso de polémica siempre acaba haciendo daño a una relación. No se puede discutir por todo, desde la política hasta la receta de la tortilla de patatas. En una relación hay que ondear muchas veces la bandera blanca en pos de la armonía y perder discusiones. No pasa nada.
4. El postureo
Vivir en una falsa realidad y en un eterno photocall es mortal para las relaciones. Hay que ser auténtico y mostrarse tal y como uno es con su pareja. Las puestas en escena solo sirven para generar falsas expectativas y confundir a la otra persona. Mucho peor será si tu pareja y ate conoce y puede verte venir. Es mejor que te conozcan bien y se enamore de tus virtudes y defectos.
5. El exceso de empatía
Sí, también es un problema. No podemos convertirnos en el asistente del otro o el eterno hombro para llorar, sobre todo si al mismo tiempo no somos el partner in crime para reir. Las relaciones basadas en la lástima al otro se resquebrajan tarde o temprano. Hay que ayudar pero no involucrarse en los traumas del otro.
6. Crear etiquetas y estereotipos
Es innegable que es muy cómodo etiquetar y colocar a la gente aquí o allá, pero la realidad es mucho más compleja y tendemos a etiquetar a una persona y creer que nuestro juicio es correcto o que esa persona no puede cambiar. Cuando lo hacemos con una pareje le negamos la posibilidad de crecer y progresar. Incluso se lo negamos a la propia relación.
7. Ser demasiado dependientes del otro
El cariño por otra persona no debe llevarte a que tu vida dependa de otro o a cer en la tentación de ser posesivo querer controlar a la otra persona solo porque crees que tu vida sería un infierno sit u pareja se marcha o decide seguir su camino sin ti. Cada persona debe tener su propio ámbito privado y sus espacios. Poner tanta presión en la pareja es un camino fácil y rápido de estropear una relación.
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