Los 5 pueblos blancos más bonitos de Andalucía
Si estás organizando una escapada, echa un vistazo a esta ruta (con parada especial para amantes de la moda) por los pueblos blancos que tienes que visitar, sí o sí, en Cádiz y Málaga.
Famosos por sus casas y calles encaladas, los pueblos blancos son uno de los muchos atractivos turísticos de Andalucía. Esta ruta, pensada para hacer en coche, está formada por casi una veintena de municipios de Cádiz y Málaga y es perfecta para quienes buscan unos días tranquilos de turismo rural.
Viajar a esta zona es adentrarse en lugares en mitad de la naturaleza, pasear entre casitas blancas adornadas con macetas de colores, caminar por un laberinto de callejuelas que desembocan en placitas, contemplar paisajes de sierra, disfrutar de la gastronomía del sur y descubrir las huellas de un pasado que narran el pasado de Al-Andalus.
La gran ventaja de los pueblos blancos de Andalucía es que se pueden visitar en forma de ruta, por lo que cada visitante podrá adaptar sus paradas y duración a su gusto o necesidades. Aquí van 5 paradas que merecen la pena.
Setenil de las Bodegas (Cádiz)
Las casas de este pueblo gaditano destacan no solo por el color que las hace formar parte de esta lista, sino también por su curiosa localización, ya que están construidas siguiendo el cauce del río, bajo un saliente de la roca, por lo que muchas viviendas se alzan dentro de la propia piedra. No te pierdas tampoco el Castillo fortaleza y la Iglesia de la Encarnación.
Arcos de la Frontera (Cádiz)
Asentada sobre un espectacular cerro cortado, la Peña, esta pintoresca villa está abrazada por el río Guadalete, lo que le concede unos miradores naturales de impacto. Son famosos sus palacios medievales, su barrio judío o su Callejón de las Monjas con preciosas iglesias, pero también sus tradiciones y su gastronomía. Además, cuenta con un Parador Nacional.
Ubrique (Cádiz)
La sierra de Cádiz esconde una de las bazas secretas de la industria del lujo internacional. Nos referimos, por supuesto, a Ubrique, capital de la marroquinería internacional donde fabrican sus artículos de cuero firmas como Louis Vuitton, Dior, Loewe o Hermés. Pero, más allá de su antiquísima tradición artesana (que puedes conocer en su Museo de la Piel), la parada merece la pena por los parajes naturales que rodean el pueblo, sus iglesias y su casco antiguo.
Ronda (Málaga)
Conocido como la Ciudad Soñada de Andalucía, es uno de los pueblos más bonitos de España; no en vano conquistó a Hemingway, Orson Welles o Rilke. Su casco antiguo de reminiscencias árabes está declarado Bien de Interés Cultural y cuenta con tres puentes que atraviesan un barranco de más de 100 metros de profundidad. El más representativo es el llamado Puente Nuevo, que te ofrece una imagen inolvidable del lugar desde sus 98 metros de altura.
Casares (Málaga)
Con las casitas blancas típicas de este itinerario, el destino destaca por su increíble escenario de valles y colinas. Es recomendable subir hasta su castillo de origen árabe, situado en la parte más alta del pueblo. Una excursión obligatoria por la que han pasado íberos, fenicios, romanos… y que fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1978. Destacan también las ruinas del castillo, las cuevas de Ballesteros y la casa natal de Blas Infante, político y escritor considerado padre del andalucismo.
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