No guardes tus huevos en la puerta de la nevera, es peligroso

La nutricionista Marta Verona, ganadora de MasterChef 6, nos desvela el mejor lugar para conservarlos y evitar la intoxicación por salmonella.

Huevos nevera
Huevos nevera / Istock

Si hay un alimento delicado, ese es, sin ninguna duda, el huevo. Y ya no sólo por la facilidad con la que se rompe, sino también por el especial cuidado que hay que tener al manipularlo para evitar intoxicaciones tan peligrosas como la que se produce por la salmonella. Y es que, uno de hábitats favoritos de esta bacteria son las aves de corral y, por tanto, sus huevos. Según la Organización Mundial de la Salud, la salmonelosis es «una de las enfermedades de transmisión alimentaria más comunes y ampliamente extendidas» y añade, además, que «la mayoría de los casos de salmonelosis son leves, aunque, en ocasiones, la enfermedad puede causar defunción». Según la OMS, en la mayoría de los casos, la bacteria provoca una infección intestinal sin sobrepasar el resto de mecanismos defensivos del organismo y sus síntomas son relativamente leves, por lo que los pacientes, a menudo, se recuperan sin necesidad de un tratamiento específico. Sin embargo, hay que tener especial cuidado en algunos casos, como en niños pequeños y en ancianos, ya que la deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la vida.

Así que, no está de más observar una serie de advertencias a la hora de conservarlos y utilizarlos en nuestra cocina. Para empezar, debemos evitar guardarlos en la puerta de la nevera. Y es que, pese a que éste parece ser el lugar habitual para almacenarlos en casa, lo cierto es que no es la zona más segura de nuestro refrigerador. La explicación nos la ha dado la nutricionista Marta Verona, ganadora de ‘MasterChef 6’: «es el lugar donde más cambios de temperatura hay». Si se producen éstos, puede producirse una condensación sobre la cáscara que protege el interior y, por tanto, traspasar la bacteria esta barrera natural. Por ello, lo mejor es conservarlos al fondo de la nevera, donde están más frescos y menos alteraciones hay.

Además, ¿alguna vez te has preguntado por qué los huevos se encuentran a temperatura ambiente en el súpermercado si deben conservarse en frío? Esto se debe a la misma razón, ya que, de lo contrario, al experimentar cambios bruscos de temperatura (imagina por el calor que podrían pasar ahora mismo en el coche), también podría producirse esa condensación, penetrando así la bacteria. Por último, siguiendo este mismo razonamiento, la cocinera también explica por qué no es recomendable lavar los huevos antes de cocinarlos: «tienen una cáscara totalmente porosa y una cutícula externa que los protege. Si pongo el huevo debajo del grifo para lavarlo, se perdería esa cutícula externa y entraría la suciedad que hay en el exterior de la cáscara al interior del huevo».

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