'Élite' tendrá tercera temporada: por qué nos enganchan las series de adolescentes

Tensión, misterio, conflictos sociales y lo más importante, juventud, son algunos de los ingredientes del éxito de Elite, la otra serie española que arrasa en Netflix.

Miguel Bernardeau y Mina El Hammani, Élite

La actriz lleva jersey Pepe Jeans London, pantalones Zara y plumas rojo Pinko. Miguel Bernardeau con plumas Asics Tiger, camiseta Zara, pantalones Zadig & Voltaire y deportivas Adidas.

/ Germán Sainz

Mientras numerosas ficciones ven abortadas sus tramas después de la primera temporada y muchas, muchísimas más, quedan en meros episodios pilotos o en un borrador en una papelera (virtual o real) de algún productor, la serie española ‘Elite’ acaba de lograr el más difícil todavía: coincidiendo con el estreno de la segunda temporada, la plataforma Netflix, encargada de producirla y distribuirla, ha confirmado que tendrá una tercera.

Fotograma de la segunda temporada de 'Élite'

Fotograma de la segunda temporada de la serie.

/ D.R.

A partir del 6 de septiembre, los alumnos volverán a Las Encinas con sus tensiones (mitad ‘Gossip Girl’, mitad ‘Pretty Little Liars’) en las que las clases sociales y los conflictos raciales se mezclan con asesinatos, desapariciones y secretos. Las relaciones entre los personajes (sin dejar de lado las LGBT+) marcan las afinidades y antipatías de los diferentes bandos en la que ya es la serie española de mayor audiencia en Netflix, con permiso de ‘La casa de papel’.

Lo curioso es que mientras la ficción protagonizada por Ursula Corberó se dirige a un público de todas las edades, ‘Elite’ en principio parecía ser un producto para adolescentes. Sin embargo ha acabado enganchando a adultos. Según las previsiones deBinge Report, que analiza cuáles son las series más seguidas de todas las plataformas del mundo, ‘Elite’ será la serie más vista en todo el mundo de septiembre, por encima de compañeros de sofá tan adictivos como ‘Titans’, ‘American Horror Story’ o ‘The Good Place’.

Ester Expósito y Miguel Herrán, pareja de Élite

Ester Expósito lleva top Zara y vaqueros Guess Jeans. Miguel Herrán, plumas Timberland, camiseta Bershka y pantalones DC Shoes.

/ Germán Sainz

¿Qué tiene ‘Elite’ para enganchar a tantos adultos dentro y fuera de España? La respuesta más obvia es la calidad, desde el vestuario y peluquería (los fuertes de ‘Gossip Girl’) hasta la actualidad de las tramas: la xenofobia, la homofobia, el fracaso escolar, el bullying o el tráfico de drogas se tratan con tanta naturalidad que en la rueda de prensa de la presentación de la segunda temporada, Darío Madrona (cocreador y guionista junto a Carlos Montero), tuvo que explicar que aunque reflejen un mundo muy parecido al real y, por tanto, al de Twitter o Instagram, se trata de ”un mundo idealizado, pero es ficción. En redes sociales no hay un disclaimer que avise que es ficción, y eso es muy peligroso”.

Los chicos de éxito de Élite

De izquierda a derecha: Miguel Bernardeau lleva sudadera roja DC Shoes, pantalones Zadig & Voltaire y deportivas Adidas. Miguel Herrán, sentado, con sudadera amarilla Benetton, cascos Sony, pantalones DC Shoes, deportivas Maje y skate Roxy. Sobre el banco, Mina El Hammani con jersey M Missoni, pantalones Zara, botas Moschino para H&M, plumas Levi’s y mochila verde Eastpak. Itzan Escamilla con sudadera Champion, pantalones Antony Morato, funda de móvil Richmond & Finch y deportivas Nike. De pie, Ester Expósito, con top Elisabetta Franchi, bomber Replay, falda Bershka, botas Timberland y mochila negra Moschino para H&M.

/ Germán Sainz

Otra razón evidente para explicar el éxito de series para adolescentes, como sucede con ‘Por trece razones’ o ‘Euphoria’ (cuya protagonista, Zendaya, ha tenido que explicar que “es un retrato crudo y honesto de la adicción, la ansiedad y las dificultades de navegar por la vida actual. Hay escenas que son gráficas, difíciles de ver y pueden ser sensibles“) es porque permiten a padres y y adultos preocupados asomarse a la realidad a la que se enfrentan las generaciones que les siguen: son ficciones llenas de licencias dramáticas, pero los adolescentes hablan un idioma parecido al de sus protagonistas, muchas veces vetado a sus mayores, que así pueden hablar con sus hijos de los problemas a los que pueden enfrentarse.

Y, por último, nos atrapa el misterio y la forma de narrarlo de ‘Elite’. Si en la primera temporada todo giraba en torno al asesinato de Marina, en la segunda se ha añadido la desaparición de otro personaje central (además de la incorporación de otros nuevos). El uso de flashbacks y flashforwards es otra seña de identidad de la serie, y en las dos temporadas que vienen los veremos más a menudo y aún mejor rodados, porque ambas temporadas se han rodado a la vez. Quizá la pregunta no sea por qué nos engancha Élite, sino cómo es que no te has enganchado todavía.

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