Controla tu tarjeta

Permiten pagar sin tener efectivo, aunque no controlarlas acaba por salir caro. Tirar de tarjeta es simple y rápido, pero pasarse tiene su riesgo.

Ilustración tarjeta de crédito

Ilustración tarjeta de crédito

/ Marjana Farkas

Además, en breve, puede que tengamos que pagar solo por utilizarla. La futura Ley de Medios de Pago, en discusión en el Congreso, capacita a los comercios a aplicar un ‘coste adicional’ sobre el importe que muestre la etiqueta del producto solo por el hecho de pagar con tarjeta, cantidad que puede suponer un 1% del precio de venta.

¿Has oído hablar de las tarjetas de pago aplazado o revolving? Son las últimas en aparecer y las más peligrosas. ¿Por qué? Tienen un préstamo asociado. Si coges el dinero –o parte de él–, lo devuelves mediante cuotas mensuales más los intereses aplicados al dinero ya gastado. Su efecto es multiplicador: a medida que aumenta la cantidad a devolver, aumentan los intereses, ya de por sí altos (entre el 14 y el 22%). Los expertos recomiendan utilizar esta tarjeta para una sola compra. Así, los intereses no crecen.

De pago diferido: Cargan el saldo a fin de mes, aunque las hay semanales, quincenales, trimestrales… Implican intereses en cajeros pero no al usarlas en comercios.

Prepago: Antes de utilizarla, cargas el dinero que deseas. Tampoco tiene intereses. Ojo: algunos bancos pueden cobrar comisiones por su ‘recargo’ (1,5%).

¿SABES CUÁNTO CUESTA?

Coste principal: Cuota anual de mantenimiento. Hasta 25 € las de débito (16,66 € de media), y hasta 47 € las de crédito (33 € de media). Hay entidades que la eliminan si domicilias tu nómina.

¿Las más atractivas? Débito: ING Direct, 0 € anuales; CAM y Caixa Catalunya, 12 € ; Citibank y BBK, 15 €. Crédito: Santander,

24 €: BBK, 25 €; Citibank y Bankinter 30 €.

Usa la Tasa Anual Equivalente (TAE) para comparar su tipo de interés. Si este es mensual, multiplícalo por doce.

Vigila si tiene seguros de vida o puntos canjeables: los intereses serán bastante más altos.

¿Otras comisiones? Por emisión, duplicado, consultas en cajeros, cancelación del saldo pendiente, etc.

PLÁSTICO SUBPRIME

Los expertos constatan que el uso de las tarjetas de crédito ha sufrido vaivenes en los últimos tiempos. En 2008, tras los primeros síntomas de crisis, los consumidores se refugiaron en ellas. Ahora, con la economía de los hogares más tocada, miramos más los precios. Consecuencia: ‘tiramos’ menos de ellas. No es el único problema.

-Antes de la crisis: las entidades prácticamente regalaban las tarjetas, y muchos las usaron como una alternativa crediticia.

-Ahora: toca devolver ese dinero... y no todos pueden. Bank of America, el principal prestamista de EEUU, ha reconocido que parte de las pérdidas sufridas últimamente se deben al aumento de los impagos en las tarjetas. Así que algunos expertos ya vaticinan que la próxima crisis será la de las tarjetas subprime.

EN CIFRAS...

-En España hay alrededor de 75 millones de tarjetas de pago. Casi 44 millones son de crédito.

-Siete de cada diez personas tienen una tarjeta. El 86,1% de los titulares tiene entre 18 y 34 años.

-En 2008 se hicieron casi 2 millones de compras con tarjeta, y con ella se pagaron más de 94 millones de euros.

-Uno de cada 3 consumidores las utiliza para realizar transacciones por internet.

DESCUBIERTO

Los descubiertos implican una comisión por penalización de alrededor de 30 €, además de un porcentaje por la cantidad y los días que tardes en devolver el dinero que falta. Ejemplos: BBVA, 3%; Santander, 2%; Caja Madrid, 1,5%.

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