Fin a la polémica de Ana de Armas y su 'desaparición' de la película 'Yesterday': así termina el caso de publicidad engañosa
Dos fans de la actriz afirmaban haber sido engañados por Universal para alquilar 'Yesterday' en Amazon Prime ya que Ana de Armas, que aparecía en el tráiler, no sale finalmente en la cinta. Ahora han llegado a un acuerdo en este caso de 'publicidad engañosa'.
El espectacular cambio de Ana de Armas a lo largo de su carrera
Peter Rosza y Conor Woulfe emprendieron acciones legales contra los estudios Universal en 2022, alegando que habían sido estafados por un valor de 3,99 dólares cada uno. Los dos hombres alquilaron la película 'Yesterday' en Amazon Prime sólo para llevarse una desagradable sorpresa al descubrir que Ana de Armas no aparecía por ninguna parte, a pesar de que la habían visto en el trailer.
La actriz había sido eliminada del montaje final, y ellos decidieron emprender acciones legales alegando que habían sido víctimas publicidad engañosa. Aunque un juez federal se puso en un principio de su parte, con el tiempo se fueron encontrando con varios contratiempos que dejaron a los cinéfilos en deuda con el estudio por un valor de 126.705 dólares en honorarios legales.
Este viernes, al fin, la pareja aceptó un acuerdo que resolverá el caso, pero no se han revelado los términos.
Universal había argumentado que, si los trailers de las películas se consideraran publicidad, los espectadores podrían presentar una demanda cada vez que consideraran que una película no estaba a la altura del teaser, pero el juez de distrito Stephen Wilson rechazó este argumento y dictaminó que se trataba de "discurso comercial", y por lo tanto está sujeto a las leyes sobre publicidad engañosa.
Los demandantes no consiguieron seguir adelante con el argumento de que todos los que habían comprado una entrada para ver la película o la habían alquilado en cualquier plataforma habían sido potencialmente engañados para presentar una demanda colectiva.
El juez desestimó otras demandas de responsabilidad por productos defectuosos, pero autorizó que siguiera adelante la demanda por publicidad engañosa, aunque no tendría mucho valor, ya que Universal estimó que lo máximo que los fans podían esperar recuperar eran 7,98 dólares. El estudio solicitó entonces los honorarios de los abogados, y el principal cobró 1.158 dólares.
La factura total ascendió a 672.000 dólares, de los que el estudio solicitó el reembolso de 472.000 tras aplicar lo que describió como una "generosa" reducción. Al final, esta suma se redujo a 126.705 dólares.
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