El motivo por el que se pone un plato debajo de la taza de café (y seguramente no sabías)

El fin de este sencillo gesto es más útil de lo que muchas personas podrían imaginar, y no es solo para colocar la cucharilla.

Poner un plato debajo de la taza de café esconde un motivo que muchos desconocen
Poner un plato debajo de la taza de café esconde un motivo que muchos desconocen / Istock

Existen muchos gestos cotidianos que reproducimos por simple inercia o costumbre. Detalles del día a día en los que no reparamos y de los que desconocemos su origen. Sin embargo, casi todo en esta vida tiene un motivo, hasta un acto aparentemente tan irrelevante como poner un plato debajo de la taza del café.

El café es una bebida centenaria consumida en todo el mundo e indispensable para muchas personas. "Hasta que no me tomo un café no soy persona" es una frase que todos hemos escuchado y que define la necesidad de esta bebida para empezar una larga jornada de trabajo.

De entre sus numerosos beneficios destaca un gran poder antioxidante, la prevención de insuficiencias cardiacas y un alto contenido contenido en cafeína que nos ayuda a mantenernos despiertos. Esta última es la razón de peso por la que tantas personas toman café por la mañana.

Por qué se sirve el café con un plato debajo

Si hay algo común en todos los bares es servir la taza de café con un plato debajo. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, el fin de este gesto no es solo ofrecer un apoyo a la taza, el sobre de azúcar o la cucharilla. El objetivo de colocar un plato es similar al caso del ... pero justamente al revés.

El motivo por el que se pone un plato debajo del café tiene que ver con la temperatura. La forma ligeramente cóncava del soporte sirve para repartir el calor de la bebida y ayudar a que se enfríe más rápido. En el caso de las infusiones, como podemos imaginar, el fin de colocar el plato encima es de preservar el calor y facilitar la mezcla de las hierbas y aromas en el líquido.

Como curiosidad, hasta el siglo XVIII no se empleaban tazas para el café. Las personas tomaban el brebaje directamente del plato. Normalmente utilizar una vajilla honda para evitar que se desparramara el líquido y para que este repartiera mejor la temperatura, enfriándolo más rápido y evitando quemazones en el primer sorbo.

Sabiendo esto, ya nadie volverá a mirar la taza de café con los mismos ojos. El universo cotidiano encierra miles de curiosidades tan pequeñas como sorprendentes.

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