Máxima de Holanda apuesta por la naturalidad con cara lavada al inicio de un viaje oficial

La reina de Holanda confirma lo que ya sabíamos: es reina de estilo y reina de la naturalidad (y nos encanta).

La reina Máxima de Holanda asiste a un acto de la CBDC para la inclusión financiera en África

La reina Máxima de Holanda asiste a un acto de la CBDC en Washington para la inclusión financiera en África.

/ Bonnie Cash/UPI/Shutterstock

Máxima de Holanda no es solo conocida por una elegancia vistosa que alterna looks maximalistas a todo color, estampados y siluetas adornadas con volantes y volúmenes, con otros más sobrios pero enriquecidos por complementos de sombreros y tocados. Además, es la reina de la sonrisa y la espontaneidad, de la que da buena cuenta en sus actos oficiales (no hace tanto la vimos lanzarse en paracaídas, por cierto). Sin embargo, hasta ahora nunca se había mostrado tan cercana y natural como este lunes por la noche, cuando aterrizó en Tanzania para iniciar una visita de dos país por el país como asesora especial de la ONU en cuestiones de finanzas inclusivas y desarrollo.

A su llegada al aeropuerto de la capital, donde la esperaban las autoridades del país y fue recibida con un espectáculo de danza ejecutada por varios bailarines masais, saludó a todos con una de sus habituales sonrisas y con su rostro lavado, sin gota de maquillaje.

Máxima de Holanda, con gafas y sin maquillaje a su llegada a Tanzania

Máxima de Holanda, con gafas y sin maquillaje a su llegada a Tanzania.

A la reina de Países Bajos, a quien le gusta combinar sus looks beauty cuidadosamente con sus estilismos (labios y párpados a juego con su vestido) y completar estos con grandes pendientes y su melena rubia suelta lisa o bien recogida en un sofisticado moño bajo, la pudimos ver con un aspecto 'casual' y 'comfy', desprovista de adornos, lista para la tarea encomendada y perfecta para viajar.

Con gafas graduadas de montura de pasta oscura (otro accesorio que raramente utiliza en público) y peinada con una coleta sin pulir, la esposa del rey Guillermo Alejandro demostró que no le importa mostrarse tal cual estaríamos cualquiera tras un vuelo, prescindiendo de joyas y con su rostro más accesible.

Algunas fotografías han captado con detalle su look working sobrio y cómodo: blazer cruzada oscura y abotonada, pantalón negro y mocasines totalmente planos y apropiados para un día de trabajo y movimiento (en su caso, se trataba de un modelo clásico con tachuelas de Banana Republic). Aunque quizá el detalle que más ha llamado la atención de numerosos medios son los calcetines gruesos que asoman por los mocasines y que Máxima podría haber utilizado para combatir las temperaturas que a veces hay en las naves de los aviones.

La reina Máxima de Holanda aplaude a unos bailarines masai a su llegada a Tanzania

La reina Máxima de Holanda aplaude la danza de bienvenida de unos bailarines masai.

Sobre todo, la reina presumió de buen humor tras más de ocho horas de viaje aéreo y de una agenda que, en los últimos días, la ha llevado a Suecia y Estados Unidos, en concreto, a Washington.

Máxima de Holanda no es la primera 'royal' a la que vemos con su cara al natural; también la reina Letizia no tuvo inconveniente el año pasado en posar con su look más accesible, con melena con algunas canas y un maquillaje suave, apenas una base, para participar en un reunión de trabajo de la fundación del español urgente Fundéurae. Asimismo, no ha dudado en ponerse el uniforme de cooperante, con camisa blanca y chaleco rojo, cada vez que participa en periplos con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

¿Y por qué no?

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