4 hoteles de Barcelona renovados y perfectos para darte un capricho
Estos cinco estrellas acaban de cambiar de propiedad y de lavar su cara para lucir aún más bonitos. Además, en todos ellos comerás de lujo.
Grand Hotel Central
En plena Vía Laietana, entre el barrio Gótico y el Born, se alza este edificio histórico de estilo noucentista, construido en 1926 por Adolf Florensa como residencia privada de Francesc Cambó. Los nuevos propietarios de este emblemático hotel de Barcelona lo han renovado con un objetivo: rendir homenaje a ese influyente político y mecenas cultural. Por un lado, las 147 habitaciones y suites, rediseñadas por el destacado estudio londinense Sagrada, se inspiran en el noucentisme original. Por otro, el cinco estrellas ya se ha convertido en un epicentro cultural, con una galería de arte en su lobby y joyas ocultas como una preciosa biblioteca años 20, donde se celebran diversos eventos con creadores de renombre, o los jardines privados de Cambó.
El hotel de diseño cuenta además con un gran hotspot: La Terraza del Central. Un rooftop ubicado en la octava planta que es, sin duda, uno de los más bonitos de toda la ciudad. Con unas vistas inigualables del skyline, una coqueta piscina infinita y una atmósfera relajada y muy agradable, es el sitio perfecto para disfrutar con pareja o amigos de un cóctel o una cena informal con platos mediterráneos para compartir. Además, es el único lugar público de Barcelona desde donde poder admirar un mural de los años 20, obra de Oleger Junyent, declarado Bien de Interés Cultural.
Al loro: Grand Hotel Central abrirá un nuevo restaurante a pie de calle, previsiblemente en septiembre, al que llamará Can Bo.
Vía Laietana, 30.
Gran Meliá Torre Melina
El antiguo hotel Juan Carlos I luce de nuevo en todo su esplendor tras haber pasado a manos de Meliá. Transformado en un lujoso resort urbano en plena zona alta, ha elevado el nivel tanto por la reforma de sus instalaciones como por la creación del sello RedLevel (que ofrece una experiencia aún más exclusiva) y por lo atractivo de su nueva oferta gastronómica. Puede presumir, además, de un bonito jardín modernista -con lago incluido- y de su expertise en la celebración de eventos, dada la proximidad del Palau de Congressos de Catalunya.
En la propuesta foodie, abierta a todo el mundo, destacan tres proyectos. Nuestro favorito: el asador Erre de Urrechu Barcelona, un asador vasco liderado por el renombrado Íñigo Urrechu y emplazado en el lobby. Si te gusta comer bien, aquí no decepcionan. La parrilla es protagonista absoluta, con unas increíbles piezas de carne preparadas con madera de encina (el chuletón Simmental es sobresaliente), y pescado de primera, hecho a la brasa con madera de olivo. Todo en un ambiente contemporáneo y sofisticado, servicio impecable y con el espectáculo añadido del showcooking.
Si quieres algo más festivo, no dudes en pedir un cóctel en Chroma by Erick Lorincz, premiado mixólogo, o en pasar el día en el Pool Club Beso Pedralbes, a cargo de la célebre firma de beach clubs Beso y con música electrónica, ambiente hedonista, piscina y restaurante a base de brasas.
Aún hay más: en septiembre está prevista la inauguración de un rooftop que promete.
Diagonal, 671.
Grand Hyatt Barcelona
También en la zona alta, el primer hotel urbano del sello Grand Hyatt en España ocupa el gigante edificio que antaño ocupara el emblemático Princesa Sofía (después renovado y renombrado como Sofía a secas). Su nuevo interiorismo está inspirado en el estilo art decó en sus 465 habitaciones (entre ellas, 49 suites y un exclusivo ático) y cuenta con un Spa by Natura Bissé.
Pero si en algo ha estado acertado este nuevo hotel es en la apuesta firme por la mejor gastronomía. Para empezar, ha abierto al público una de las joyas del inmueble: el rooftop. La planta 19 se ha transformado en un restaurante que desde ya es uno de los más bellos de la ciudad: Maymanta. El espacio merece por sí solo una visita, especialmente su terraza, con una panorámica de infarto que abarca desde la montaña de Collserola hasta el mar. Pero te quedarás y repetirás gracias a la cocina del chef peruano Omar Malpartida, un referente en la restauración gracias a restaurantes como Tiradito Madrid, Barra M, Luma, Maymanta Ibiza y Kaypa en Menorca.
En su primera incursión en la Ciudad Condal, Omar se luce trayéndonos un pedacito de su país. Presenta una auténtica picantería y cevichería, con una carta llena de clásicos de la cocina andina, pero siempre con un acabado sofisticado y, a menudo, con su toque personal. Imprescindibles cualquiera de sus ceviches, la tortita de choclo, el lomo saltado o el pulpo, mole y aguacate. Como buen peruano, la coctelería es otro must aquí. Con los pisco sours como reyes de la fiesta, claro, empezarás por el clásico y continuarás por el de fruta de la pasión, frutos rojos o chicha morada. Están tan buenos que son un peligro.
Apunta: en otoño volverás a oír hablar del Grand Hyatt Barcelona, cuando se inaugure Leña, el primer restaurante en la Ciudad Condal de Dani García.
Pl. de Pius XII, 4.
Sofitel Barcelona Skipper
Si te apetece algo más cercano a la playa, este hotel se reinauguró hace algo más de un año bajo el paraguas del sello de lujo francés Sofitel. Fue reformado por completo bajo los más estrictos criterios de sostenibilidad -cuenta con certificado Green Globe- y con un estilo sofisticado pero relajado a la vez.
Además de su restaurante Tendiez, con carta mediterránea y tapas preparadas por su veterano chef José Sánchez, el hotel tiene una azotea privilegiada: la Terraza ElCielo, con piscina y vistas privilegiadas al mar. Allí podrás disfrutar de un atardecer inmejorable cóctel en mano y diferentes eventos a lo largo del verano. Los jueves, por ejemplo, celebran “La Dolce Vita”, un típico aperitivo italiano a base de spritz y delicias de ese país. Los sábados, el protagonista es el champagne rosado, con Laurent Perrier Rosé y Veuve Clicquot Rosé disponible por copas, cócteles basados en este espumoso y sesión musical a cargo de un dj.
Av. del Litoral, 10.
Síguele la pista
Lo último