Edgar Vittorino: "He aprendido a quedarme sólo con lo positivo de la masculinidad"

El actor colombiano, que da vida a Ramallo en 'Desaparecidos' (no te pierdas su tercera temporada en Prime Video), ya no quiere papeles de narco ni de sexy. Ahora rueda en Corea y Australia. Ha crecido.

El actor colombiano Edgar Vittorino

El actor colombiano, con camisa de Hugo Boss. Estilismo Jairo Villada. 

/ Javier Mantrana

Quedar con Edgar, aunque sea al otro lado del teléfono, es una gozada: cercano, divertido, franco... Este colombiano, que llegó a nuestras vidas a través de la pequeña pantalla hace tres años ('Vis à vis', 'La reina del Sur', 'Foodie Love', 'Vivir sin permiso', 'Servir y proteger'), se ha instalado a este lado del Atlántico para dejarnos claro que ni narco, ni sexy, si no un gran actor que ya vuela hacia otras fronteras y producciones internacionales. Aunque, de momento, su centro seguirá siendo Madrid.

Acabas de estrenar la tercera temporada de la serie 'Desaparecidos', ¿Rubén Ramallo ha sido el personaje más importante de tu carrera?

Quizás, en España, hasta el momento, sí. Pero en Colombia hice algunos papeles que representaron mucho para mí, como el biopic del jugador Carlos Valderrama ('La selección'), que siempre fue mi ídolo de niño. Pero lo bueno de Ramallo es que ha llegado a cambiarme a mí como persona.

Es decir, que tiene mucho de ti...

Mucho: es un tipo duro que, al principio, no entiende cómo funciona esa unidad de gente desaparecida, la delicadeza con la que tienes que acercarte a las familias y se va volviendo empático poco a poco. Y a mí me fue abriendo también... es una de las asignaturas pendientes de los hombres, el ir deconstruyendo ese machismo y quedarte sólo con lo bueno de la masculinidad y desechar lo malo, lo retrógrado. Este personaje me llegó en la época perfecta para efectuar el cambio personal, fui incluso a una sexóloga -ni siquiera a un psicólogo- para aprender a relacionarme mejor con las mujeres en mi vida. Ramallo y yo evolucionamos al mismo tiempo.

El actor Edgar Vittorino

Edgar debutó en el cine con 'Nieva en Benidorm', de Isabel Coixet. 'Bajocero' y 'Centauro', de Calparsoro, son otras de sus películas.

/ Javier Mantrana

La relación con tu compañera de reparto, Michelle Calvó, ¿ayudó?

¡Seguro! Al principio, no nos llevábamos nada bien, discutíamos y nos dábamos durísimo... y terminamos siendo muy buenos amigos, pero porque juntos hicimo todos ese proceso, el de abrirnos y mejorar como personas, al igual que los personajes. Fue muy curioso.

Tú que tienes un pie en Colombia y otro en España: ¿qué nos acerca y qué nos diferencia?

Bueno, es una pregunta muy amplia para contestarla en pocas palabras... Lo primero que se me viene a la mente es algo que nos diferencia: tanto España como Colombia son una mezcla de culturas, pero mientras que allí se acepta y se asume con cariño, lo que genera patriotismo, sentirse orgulloso de una bandera, aquí en España no hay esa integración, hay partes que se dejan fuera y eso genera nacionalismos. Y eso para mí es interesante. Nosotros, en Colombia, usamos mochilas indígenas, arhuacas, aunque vayamos vestidos de traje: somos creativos como los europeos, la relación con la naturaleza de los indígenas y la capacidad de bailar como negros y nos sentimos orgullosos. Las tres cosas me gustan, las acepto y las amo. Eso es algo que sería bonito de ver aquí en España. Rafael Múgica decía: "Nosotros somos ustedes, pero ustedes no son nosotros". Y algo que sí nos acerca es que la gente es muy abierta. Sobre todo en Madrid, que es donde vivo. Es una ciudad muy acogedora y progresista, que acepta la diferencia, con ganas de recibir al otro. Me siento como en casa. Es una ciudad en la que nunca te sientes solo porque la gente te mira y te sonríe.

Michelle Calvó y Edgar Vittorino en 'Desaparecidos'

Michelle Calvó y Edgar Vittorino en 'Desaparecidos'.

/ Unicorn Content

¿Ser guapo ayuda o hay que demostrar el doble?

Ummm. La realidad es que sí ayuda. Vemos con más facilidad gente guapa que no sabe actuar que gente menos atractiva que no sirvan como actores, sobre todo en las producciones audiovisuales -el teatro es otra historia, no importa tanto lo físico-. Ahí sí que te abre más puertas la belleza. Luego, si te quieres sostener durante mucho tiempo en la profesión, ya tienes que dar algo más y para eso hay que estudiar, prepararse y querer mejorar. Porque esto es una carrera de fondo. Yo no persigo ser famoso, si no seguir en esto a los 70 años.

¿Ser colombiano aún define tus papeles?

Afortunadamente, ya no. Aunque en Colombia hacía de todo, al llegar a España empecé por el narco, pero ahora acabo de volver de Australia ('Totally, completely fine', Sundance TV) de interpretar a un paramédico gay en un inglés con acento australiano. Pero para llegar a eso, me tocó decir que no a algunos papeles de narco o de tipo sexy. No quiero que mi nacionalidad defina más mi trabajo.

También viviste una experiencia muy loca en una serie coreana...

Sí, 'Accidental narco' se llama y saldrá en Netflix ahora. Aproveché mis 20 días de vacaciones de 2021 para irme allí a pasar 15 días de cuarentena en un hotel y grabar seis días después. Fue toda una experiencia... me costó aceptarla, porque era otro papel de narco, pero sentía que algo así sólo se iba a presentar una vez en la vida: ir a Corea del Sur a grabar una serie. Son muy metódicos: la hoja de trabajo de cada día era un excel súper definido, un manual casi (risas)... Aquí se charla más, hay más cortes para el bocata (risas).

El actor Edgar Vittorino

Edgar da vida al policía Rubén Ramallo en las temporadas 2 y 3 de 'Desaparecidos' (Prime Video). Estilismo: Jairo Villada.

/ Javier Mantrana

Tú dices que los actores no es que sepan mucho, pero aprenden rápido: ¿qué es lo que más te ha costado aprender?

Jo, han sido tantas cosas que me han costado tanto (risas)... en realidad, ninguna me ha sido fácil de aprender. Pero el éxito tiene que ver con el ensayo, con la práctica... y si veo que me cuesta, es porque voy por el camino correcto como actor, porque quiere decir que no me estoy repitiendo, que no me voy a lo cómodo, a lo que ya he hecho antes. Con el personaje de 'Desaparecidos' me tocó bajarle el acento y, al principio, fue horrible, pero tras cuatro meses de trabajo con un logopeda fui mejorando. Decir 'exconcejala' era para mí un tormento (risas). Ahora, la serie que grabé en Australia, toda en inglés y con acento australiano, fue dura... tuve a una profesora durante dos meses... todo en mi carrera ha sido esfuerzo.

¿Prefieres más las series, donde puedes profundizar en los personajes, o de películas, donde pasas de uno a otro con más rapidez?

Hoy día no hay mucha diferencia respecto a la calidad y la forma en la que se cuentan las historias... pero yo prefiero las series, porque siento que tengo más tiempo y que el final no está siempre cerrado, se puede seguir contando si vale la pena.

¿Por dónde pasan tus sueños ahora?

Digamos que nunca pensé que pudiera hacer una serie entera en inglés y que me saliera bien (risas). Los australianos se han quedado muy contentos, por eso me he planteado, por primera vez, el poder dar el salto a Hollywood. Yo siempre soñé con trabajar aquí, en Europa, con hacer películas y series en España... Así que ahora, además de continuar con mi carrera aquí -porque amo Madrid, estoy enamorado de esta ciudad y me quiero quedar a vivir aquí el resto de mi vida-, intentaré explorar Estados Unidos. No estaba en mis planes, pero ahora ya tengo la confianza. ¿Sabes que ellos estaban buscando a un actor español, hicieron casting y al final se quedaron conmigo? ¡Como es la vida! (risas).

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