Trucazo: este producto que usas todos los días para desmaquillarte también quita las manchas de tu ropa

Es un clásico. Te has hecho un maquillaje maravilloso, te ves más guapa que nunca y sientes que vas a comerte el mundo. En tu cabeza, ya tienes ideado el ‘look’ que va a acompañar a esa obra de arte... Sin embargo, has cometido el error de no vestirte antes y, cuando te pones el vestido, camiseta o blusa en cuestión... ‘¡tachán!’, se convierten en el lienzo perfecto para la base, el pintalabios o cualquier otro producto que hayas aplicado en tu rostro. Ya te hemos contado el truco de aplicar laca en zonas estratégicas para evitar que se produzca esta transferencia pero, si por casualidad se te ha olvidado poner en práctica este consejo, no sufras porque, por difícil que parezca, hay solución. Todo se lo debemos a la gran gurú española en materia de limpieza, es decir, La Ordenatriz. Y es que, según desvela Bego en su perfil de Instagram, hay dos trucos súper efectivos para acabar con las que, a priori, parecen las manchas más complicadas de eliminar: las de la base de maquillaje y las de pintalabios.

Base de maquillaje

En el primer caso, sólo necesitas agua micelar, un producto que, casi con total seguridad, forma parte de tu rutina ‘beauty’. Y es que, al igual que ocurre con tu rostro, esta es capaz de eliminar cualquier resto de base que quede en tu ropa. Esto se debe a la acción de las micelas, unas moléculas capaces de atraer la suciedad y la grasa, aislándolas y transportándolas a través del agua para eliminarlas, ya sea de la piel o del tejido de tu camiseta favorita. Según recomienda la experta, lo ideal es que actúes lo más rápido posible, es decir, según se produce la mancha. El mecanismo es muy sencillo, ya que sólo hay que frotar con el agua micelar, ayudándote de una bayeta de microfibra nueva (ojo, asegúrate de que esta no destiña).

Pintalabios

Para el pintalabios, La Ordenatriz recomienda recurrir al alcohol, ya que los labiales suelen tener una formulación muy grasa. La forma de proceder es la misma: únicamente debes frotar con una bayeta –preferiblemente, de microfibra– sobre la mancha.

Eso sí, según explica Bego, en algunos casos es necesario lavar posteriormente, por ejemplo, si la mancha no es reciente. Si después de haber pasado por la lavadora, la mancha sigue sin desaparecer del todo, la experta da una solución: utilizar percarbonato (lo puedes conseguir en cualquier supermercado). En este caso, deberás sumergir la prenda en agua caliente y poner un poco del producto sobre la mancha, dejándolo actuar durante una hora. Transcurrido este tiempo, lo vuelves a meter en la lavadora y, en teoría, debería haberse subsanado. Si aún hay restos, debes repetir el proceso una vez más