10 acciones con los demás que multiplicarán también tu bienestar y felicidad
Hablemos de altruismo, de autocuidado y de cómo estos dos conceptos son capaces de mimetizarse.
Somos seres sociales. Y como tales, nuestro tiempo en este mundo será, en gran parte, en compañía de los demás. De ahí la importancia de elegir bien de quién nos rodeamos, cómo les ayudamos y cómo nos cuidamos a través de esas acciones.
Sí, como parte del autocuidado, se encuentran también las acciones por los demás. Eso que llamamos "altruismo", que no es otra cosa que el deseo de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Es una virtud que trasciende generaciones y culturas que no solo beneficia a quienes reciben la ayuda, sino que también tiene un profundo impacto positivo en quienes la ofrecen.
Los beneficios del altruismo
Hacer cosas buenas por los demás tiene un gran impacto. Entre otrasa cosas, ayudar al que tienes al lado puede reducir los niveles de estrés y ansiedad. No son pocos los estudios que han demostrado que el altruismo activa áreas del cerebro asociadas con el placer y la recompensa, lo que se traduce en una sensación de bienestar y satisfacción personal.
Participar en actos altruistas puede disminuir el cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la oxitocina, la hormona del amor. Y esto, también genera un efecto calmante que ayuda a manejar mejor cualquier situación de estrés.
Es evidente que estas acciones fortalecen las relaciones sociales. Ayudar a los demás construye lazos de confianza y apoyo mutuo, creando una red sólida de amigos y familiares que te respaldarán cuando tú también lo necesites.
Y por si fuera poco, ayudar a los demás puede dar un sentido de propósito y significado a tu vida. Saber que tus acciones tienen un impacto positivo en la vida de otras personas puede ser increíblemente gratificante y motivador.
El acto de ayudar es absolutamente mágico y capaz de generar un efecto dominó de solidaridad.Cuando haces algo por alguien sin esperar nada a cambio, inspiras a esa persona a hacer lo mismo por otros. Y además, ayudar a los demás te permite ver el mundo desde diferentes perspectivas, entrena tu empatía y comprensión hacia las situaciones y luchas de otras personas. Y todo esto, es crecimiento personal.
Estamos tan acostumbrados a vivir deprisa que no nos solemos tomar el tiempo que lleva darse un abrazo
¿Qué puedes hacer por los demás?
No vamos a hacer una lista de acciones entre las que veas la opción del voluntariado, la donación de sangre o la organización de recolectas. Vamos a profundizar un poco más, a acercarnos más al mundo, a las pequeñas acciones. A esas que en los demás generan una sonrisa y en ti misma, un profundo impacto en tu bienestar.
10 acciones solidarias que también son autocuidado
En "El pequeño libro del autocuidado", Laura Sierra (@positivelittlesoul) propone cosas que pasamos por alto. Que a veces cuestan pero precisamente por ello, son las más gratificantes para ambas partes.
1. Abraza más
"Estamos tan acostumbrados a vivir deprisa que no nos solemos tomar el tiempo que lleva darse un abrazo", dice Laura. Un abrazo es mucho más que un rodeo con los brazos. Es amor, es vínculo, es empatía, es calma. Abraza todos los días e intercambia todo esto con la otra persona.
2. Ten un detalle inesperado
No hablamos de cosas materiales, hablamos de recordar a esa persona y hacérselo saber cuando menos se lo espera. "A veces bastan unas palabras que no solemos decir, un mensaje que nos cuesta mandar, compartir o enviar o dedicar una foto juntos en aquel lugar", recuerda Sierra. ¿Acaso no es lo más fácil del mundo? No esperes a ese día. TODOS los días son ESE día.
3. Admira
A quien ha hecho ya ese camino que tú deseas. A quien se propuso unas metas y las ha logrado. A quien sueña. Pero no te quedes ahí, ¡házselo saber! Hazle saber que es tu ejemplo, que lo ha conseguido. "Si puedes demostrar a esa persona tu admiración, hazlo. Creceréis ambas", comenta la autora.
4. Más "te quieros"
Si lo sientes, díselo. Tantas veces como sea necesario, sin venir a cuento, sin que sea un día especial porque, como bien recuerda Sierra, "que nada se quede dentro, que nada se quede sin decir".
5. Ríe más. Con los demás y de tí misma. No hay acción más sana y reconfortante.
6. Piensa antes de hablar
Es decir, sé más asertiva. Pararse un segundo a pensar en el mensaje que vas a decir y en la forma en que vas a hacerlo, en su intención, puede ser de gran valor para evitar ofensas o malinterpretaciones.
7. Sé un ejemplo
Porque si realmente puedes serlo, ¿por qué no?
8. Evita la toxicidad
Despréndete de lo que no te hace bien. Cuando soltamos, nuestro bienestar también se transmite a quienes más queremos.
9. Cuida de la salud de los demás
Obvio, sí, pero hay que recordar que velar por la salud de los demás, también es velar por la tuya propia.
10. Elige lo que te nutra
Esas relaciones que te aporten, que te enseñen y te empoderen. Conecta con quienes te hacen brillar, porque ellos también lo harán.
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