5 claves para triunfar en una entrevista de trabajo

Entrevista de trabajo: Ugly Betty
Entrevista de trabajo: Ugly Betty

Repasamos rápidamente dos obviedades:

Hay que ser puntual. Esos “cinco minutillos de nada” pueden decirle a tu entrevistador muchas cosas sobre ti (y ninguna buena): que no te lo tomas en serio, que no te haces cargo de tus responsabilidades, que no eres digna de confianza, que no saber organizarte ni planificar, que no valoras el tiempo ni el trabajo de los demás…

Y vestir adecuadamente: ni shorts, ni chanclas, ni escotazos… No, ni siquiera aunque sean la última tendencia. Dicho esto, repasemos con más calma otras claves menos obvias.

1. Ensaya en voz alta.Infórmate de la empresa, de lo que hacen, de cómo lo hacen… No importa si has enviado curriculums a discreción, cada entrevistador tiene que creer que ellos son “tú único amor verdadero”. Ensaya en voz alta las frases que dirás para convencerles de esto. Para ello tendrás que conocer bien tus cualidades y habilidades y conocer tu currículum al dedillo. La pregunta es: ¿Qué podéis ofrecerle tu experiencia y tú a esa empresa? Reflexiona, extrae los argumentos clave y los puntos fuertes y repíteselos una y otra vez a la cara que te mira en el espejo. Ensaya, ensaya, ensaya.

2. ¿Cuál es tu mayor defecto?Es una pregunta clásica, así que más vale que lleves una respuesta preparada por si acaso. Y, por favor, ¡no digas que eres demasiado perfeccionista! Es una respuesta casi tan manida como la pregunta. Si recurres a ese comodín estarás dejando claro que: a) no tienes ni pizca de creatividad; b) eres un pelín arrogante; y c) sin duda, la sinceridad no es tu fuerte. Lo mejor sería que confesaras un defecto verdadero (si eres de las que se escaquean a la primera de cambio, mejor piensa en otro) y explica a continuación qué estás haciendo para mejorar. Por ejemplo: “Lo paso fatal hablando en público, pero estoy asistiendo a unos talleres para superarlo y cada vez me siento más segura”.

3. Haz preguntasNo sólo tus respuestas hablarán de ti. También tus preguntas. La norma número uno es no interrumpir al entrevistador pero, sin duda a lo largo del encuentro, habrá ocasión de que las formules. Preguntas como cuántas personas componen el equipo, cuáles son los próximos proyectos que quieren llevar a cabo o cómo es un día normal de trabajo en ese puesto, mostrarán tu interés y proactividad. Además, tendrás menos dudas con las que torturarte mientras esperas a que te llamen. Y sí, por qué no: puedes preguntar qué tipo de perfil es el que están buscando y cuánto tiempo tardarán en tomar una decisión.

4. Redes sociales bajo cuatro llavesDel mismo modo que tú usas la red para buscar empleo, los empleadores la usan para buscar referencias sobre los posibles candidatos. Bucearán en Linkedin, en Facebook, en Instagram… para saber más de ti. Por eso, se impone una limpieza a fondo para eliminar todo aquello que no hable bien de ti: fotos indecorosas, comentarios inapropiados, críticas a antiguos jefes o compañeros, bostezos sobre lo mucho que te aburres en el trabajo… Elimina cualquier tipo de información comprometedora y revisa los niveles de privacidad de tus perfiles.

5. Escribe un mail de agradecimientoUn día (o como mucho dos) después de la entrevista, envía un correo electrónico para agradecerle al entrevistador el tiempo que te dedicó. Es un detalle de cortesía, sí, a nadie le amarga un dulce, pero tendrá además otras tres funciones: interesarte por la evolución del proceso de selección, insistir en tus ganas de ser el candidato elegido y apuntar, escuetamente, alguna cosa importante que se te olvidara mencionar en la entrevista.

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