Estas son las cuatro claves para identificar personas que no te hacen bien (y dar valor a las que sí)

Una experta nos da las pautas para ayudarnos a vivir una vida más plena y satisfactoria

Sobre la importancia de establecer vínculos saludables y olvidarnos de aquello que nos impide avanzar
Sobre la importancia de establecer vínculos saludables y olvidarnos de aquello que nos impide avanzar / Pexels

En nuestra vida interactuamos con un sinfín de personas. Algunas de estas relaciones son saludables y muy beneficiosas para nosotros, mientras que otras pueden llegar a ser tóxicas y perjudiciales. Identificar a personas que no te hacen bien en tu vida es un paso crucial para proteger tu bienestar emocional.

Dori Sánchez, graduada en Psicología y especializada en Psicología de la Salud e Intervención de Trastornos Mentales y del Comportamiento, es experta en mindfulness y gestión emocional y acaba de publicar Soltar para avanzar, un libro en el que, además de ayudarnos a decir adiós a lo negativo y empezar a vivir el presente, nos da las claves para identificar a personas que son perjudiciales para nosotros:

  1. Presta atención a cómo te hace sentir: "Si una persona constantemente te hace sentir mal contigo misma, insegura o emocionalmente agotada, es una señal de que puede ser tóxica", confiesa la psicóloga. "Recuerdo a un amigo que siempre me criticaba y quitaba valor a mis logros. Cada vez que compartía algo emocionante, él lo minimizaba o intentaba opacarlo con sus propias experiencias. Al final, me di cuenta de que su negatividad constante estaba afectando a mi autoestima y decidí alejarme de esa amistad".
  2. Observa sus acciones, no sólo sus palabras: La experta nos explica que el lenguaje no verbal nos transmite muchísima información y además no podemos controlarlo de forma tan consciente como el lenguaje verbal. Presta atención a cómo se comporta realmente y si sus acciones coinciden con lo que dice. "Tuve un amigo que siempre decía que estaría allí para mí, pero cuando realmente necesitaba su apoyo, siempre encontraba excusas y nunca se presentaba. Me di cuenta de que sus palabras eran vacías y de que no podía confiar en él cuando de verdad lo necesitaba".
  3. Observa los patrones de comportamiento: Incide en que analicemos si existen patrones de comportamiento conscientes que indiquen toxicidad, como manipulación, críticas constantes o falta de empatía hacia los demás. "Tenía una amiga que constantemente me manipulaba las situaciones para obtener lo que quería. Siempre encontraba una manera de hacer que los demás se sintieran culpables si no hacían lo que ella deseaba. Me resultó difícil darme cuenta al principio, pero con el tiempo reconocí los patrones y decidí distanciarme de aquella relación", confiesa Dori Sánchez.
  4. Observa cómo se relaciona con los demás: Fíjate en cómo se comporta con otras personas en su vida. Si trata a otros de manera tóxica o tiene relaciones conflictivas con múltiples personas, es probable que también lo haga contigo. "Conocí a alguien que constantemente hablaba mal de sus amigos y se burlaba de ellos a sus espaldas. Incluso me di cuenta de que hacía lo mismo conmigo cuando no estaba presente. Eso me hizo darme cuenta de cómo era como persona y decidí alejarme de ella".

La experta recuerda que estas anécdotas son sólo un ejemplo ya que cada situación es única. Lo fundamental, expone, es confiar en tu intuición y evaluar cómo te hace sentir la relación en general. "Si reconoces patrones tóxicos, es importante cuidar de tu bienestar emocional y considerar establecer límites o alejarte de esas personas", añade.

"Soltar y dejar ir a personas que no nos aportan puede ser un proceso muy doloroso. Implica despedirse de una conexión emocional, romper con los lazos que nos unían y desafiar al vacío que deja su ausencia", reconoce Sánchez. Por eso, suele ser un proceso largo en el tiempo: "Sabemos que es una decisión que debemos tomar pero nos aferramos a los buenos momentos, al afecto o a la esperanza de que todo cambie".

Sin embargo, apunta que "a pesar del dolor que conlleva, es importante recordar que al liberarnos de relaciones tóxicas, abrimos espacio para nuestra propia sanación y crecimiento". Por último, hace un llamamiento a la paciencia con nosotros mismos durante este proceso y nos anima a permitirnos sentir y atravesar el dolor, buscar apoyo emocional y practicar el autocuidado.

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