El drástico cambio en el sistema de votos de Eurovisión 2023 que podría afectar a Blanca Paloma

Eurovisión 2023 ha comenzado la cuenta atrás: este sábado, 13 de mayo, el gran festival de la canción celebrará su final. Sin embargo, antes —en concreto, este martes, 9 de mayo, y el jueves, 11 de mayo— tendrán lugar las dos semifinales de las que resultará la lista definitiva de los artistas que se subirán finalmente al escenario del M&S Bank Arena, en Liverpool, el gran día (y en las que no participará España, que cuenta con pase directo). Además, este año se pone en marcha un nuevo sistema de votaciones, lo que puede hacer variar la lista de los elegidos en las preselecciones y, después, la designación del ganador en la final (y que podría afectar, negativamente, a Blanca Paloma, nuestra flamante representante).

Votaciones 'más populares'

¿Y en qué consisten los cambios? Para empezar, el voto popular ganará peso en detrimento del del jurado profesional, según ya anunció hace unos meses la Unión Europea de Radiofusión (UER). Así será en las dos semifinales, donde el segundo desaparecerá del todo (hasta ahora, su criterio tenía un valor del 50% en la elección) y serán los eurofans los únicos responsables de decidir, con sus votos, qué países se clasifican.

También hay cambios en el sistema de votaciones de la final, donde podrán votar online espectadores de países que no participan en el festival (lo harán a través de una plataforma en línea segura; el resto, lo haremos a través de SMS, teléfono o por la aplicación móvil de Eurovision Song Contest). Sus puntos tendrán la misma relevancia que un país participante.

Los votos del jurado profesional se combinarán con los de la audiencia global para decidir el resultado final. Así, el jurado de la industria de la música profesional seguirá teniendo voz, pero de forma más repartida y con criterios más amplios al evaluar un grupo de artistas que han sido elegidos previamente por la audiencia.

La nueva norma llega después de que los sistemas de votación hayan generado numerosas polémicas a lo largo de las ediciones y los eurofans hayan pedido más transparencia y poder de decisión.

Las nuevas votaciones, ¿mejor o peor?

Según experiencias previas, la audiencia verá reflejados sus gustos con más fidelidad y las quinielas podrían ser aún más certeras en sus vaticinios.

¿Podría influir negativamente a España? Son muchos quienes señalan que el calibre de la propuesta de Blanca Paloma y su 'Eaea', que ha sido reivindicada por la propia Loreen —la candidata sueca y favorita del certamen ha alabado la labor de la alicantina—, así como su profundidad y su alta calidad vocal que bebe del flamenco y el folclore, y su puesta en escena, que apenas ha variado respecto a la que vimos en el Benidorm Fest, donde nos cautivó a todos y sucedió al 'sorpasso' respecto a Agoney— es más proclive a encandilar al público profesional que al eurofan de a pie, tradicionalmente seguidor de propuestas más familiares y exprés como las que proponen otros candidatos de las listas, dispuestos de hacer el escenario explosivo y, con frecuencia, divertido (por cierto, este año destacan el gran número de girl y boy bands).

Por otra parte, Blanca Paloma ya luchó contra prejuicios en el Benidorm Fest y contra los comentarios que tachaban su tema de "poco eurovisivo", proclamándose vencedora. ¿Logrará atraer, pese a los detractores del folk y a las acusaciones de que su mensaje "no se entenderá fuera", a nuevos usuarios que, en esta ocasión, podrían venir de países alejados de nuestras tradiciones? ¿El 'efecto Rosalía' podría jugar a su favor? ¿Ha vencido ya en parte, después de figurar en el TOP 5 de los quinielas, formadas muchas de ellas con los votos populares? La última palabra no está dicha.