Toulouse, la ciudad sin prisa

Toulouse es perfecta para una escapada otoñal en familia o con amigas. Buenas dosis de cultura, compras y una excelente gastronomía están aseguradas.

El puente San Pedro de Toulouse

El puente de San Pedro y la capilla de San José, sobre el río Garona, es el colofón perfecto tras disfrutar de un atardecer de música y buen vino. 

/ Getty Images

Divertida, ingeniosa, vibrante y culta. Toulouse es una ciudad feliz que te hace sentir bien. Surcada por el río Garona, es el puerto de partida de una de las travesías fluviales más encantadoras de Europa, el Canal du Midi. 

Pero no hace falta salir de ella para poder aprovechar dos o tres días fascinantes en los que los aperitivos, la cultura y el disfrute están asegurados. La mejor manera de conocer la verdadera esencia de la Ville Rose (la Ciudad Rosa) –llamada así por los ladrillos de terracota con los que se construyeron muchos de sus edificios–, es caminar por sus calles adoquinadas, que te impregnan de un espíritu desenfadado y universitario. 

La capital de la región de Occitania es pausada, ideal para perderse entre sus tiendas y entretenerse en la multitud de mercadillos que salpican sus calles. Un ejemplo de su carácter disfrutón es la transformación del espectacular Puente de San Pedro, que se cierra al tráfico con el buen tiempo y se viste con bancos y tumbonas de diseño para relajarse en buena compañía escuchando música o leyendo un libro con el río Garona a tus pies. A pocos metros de allí, se encuentran varias de las tiendas que bien merecen una visita, como La Mucca, una papelería con pequeños objetos de decoración; así como Ombres Blanches, una librería independiente con miles de títulos en sus estanterías. Y el museo de arte moderno Les Abattoirs.

El Jardín Japonés de Toulouse

El inspirador Jardín japonés de Toulouse.

/ iStock

Para los amantes de la moda, un local imprescindible es Backstage Vintage, una tienda vintage instagrameable con prendas de ayer híper contemporáneas. Otro tesoro es Créative Pink, el mejor lugar para conocer la artesanía local. Moda, marroquinería, joyería, cerámica, papelería y cosméticos elaborados a mano por artesanos en Toulouse. Una auténtica maravilla.

Al salir y dejar a nuestra espalda la Basílica de Notre Dame de la Daurade, lo mejor es acercarse dando un paseo hasta el corazón de la ciudad, la plaza del Capitole, un amplio espacio flanqueado por edificios señoriales y situado a pocos pasos de los principales monumentos más emblemáticos: la basílica de Saint Sernin, joya del arte románico europeo; la iglesia de los Jacobinos, cuyas columnas en forma de palmera deslumbran por su belleza; y la catedral de Saint Étienne. 

Rincones mágicos

Perderse por las calles de la Ciudad Rosa es el mejor plan para descubrir las fachadas, las plazas y los monumentos más emblemáticos.

/ istock

Cerca de allí se encuentra El Mercado de Víctor Hugo, es el más prestigioso de Toulouse y uno de los más famosos de Francia. Los más de 80 puestos del mercado son una exposición de productos frescos y regionales. Carnes, pescados, quesos, aceitunas, panes, pasteles, vinos… Puedes comer algo rápido en los mismos barriles o bien subir al primer piso, donde los restaurantes utilizan la materia prima del mismo mercado, como en La Gourmandine.

La oferta gastronómica de la Ciudad Rosa siempre sorprende: cafés, restaurantes y pastelerías, algunas con secretos incluidos y para todos los gustos. Los amantes de los quesos no pueden dejar de visitar Xavier, un coqueto local con más de trescientos tipos diferentes, entre ellos el pavé tolosano o el brie truffé, en el que el aroma de la trufa se disuelve en la masa con toques de nuez del brie tradicional. El propietario, François Bourgon, ostenta el título de Meilleur Ouvrier de France y pertenece a la segunda generación de una reconocida familia de fabricantes y afinadores de quesos. 

Los más golosos tienen la cita obligada de pasear su paladar por Bello & Angelli, sus chocolates artesanos son famosos por estar elaborados con cacao de las mejores plantaciones y por sus creativas combinaciones. Con algunas de sus ellas rinden homenaje a la propia ciudad, como Les Jacobins con praliné, con chocolate y maíz; Canal du Midi, con miel; o Capitole, con violeta.

Después del recorrido gastronómico, los mercadillos merecen una parada obligada. Brocante des Allées, el más importante en cuanto a mobiliario y diseño. Se celebra el primer viernes y fin de semana de cada mes en las Allées François Verdier. Cuenta con más de cien expositores y puestos de comida. Mientras, la Garonne Expose reúne a escultores, pintores, fotógrafos y creadores de todo tipo para exponer y vender su obra. Se celebra todos los domingos en la plaza de la Daurade.

Y para acabar la visita, nada mejor que despedirse de la Ciudad Rosa desde las alturas. El rooftop Ma Biche sur le Toit, además de ofrecer unas espectaculares vistas panorámicas, está abierto desde el desayuno hasta la noche, para degustar sus cócteles y brindar por la belleza de Toulouse. 

Tags _

Síguele la pista

  • Lo último