Coloración natural para el pelo
Barros NEO de Secretos del Agua
El último lanzamiento, el que probé yo en primer lugar (luego he probado otras marcas con iguales buenos resultados) ha sido Botanēa, de L’Oréal Professionnel, que lo llama coloración herbal vegana. Sus tres plantas (cassis, henna e indigo) logran todos los colores: cobrizos, castaños neutros o fríos y rubios. Y eso, tratándose de tinte natural, es mucho decir. Yo lo he visto hacer en vivo y en directo y puedo decir que es cierto. Tienen estudiadísima la predicción de la eficacia, es decir, saben el tono que te va a quedar adecuando la proporción de cada planta, la temperatura del agua y el tiempo de exposición. Además, como mezclan los polvos con aceite de coco 100% natural te da un aporte extra de nutrición.
Barros Botanēa, de L’Oréal Professionnel
Lo mejor de esta coloración ya te lo he contado: los barros hidratan y respetan la naturaleza del cabello y el ph del cuero cabelludo, aportan energía, densidad, vitalidad y brillo, no generan agresión ni porosidad, fortalecen el cuero cabelludo y dan un efecto de melena multi-tonal muy natural a la melena, ya que son tus propias canas las que crean el reflejo de luz desde la raíz. Lo peor es que el color dura menos que el tinte convencional. Eso sí, a medida que se va gastando, la transición al cabello nuevo que nace es menos dramática, no hay efecto casco. ¿Y qué pasa con las canas? Seamos realistas: los barros no cubren las canas como lo hace el tinte. Pero eso no tiene por qué ser malo. De hecho, a mí me encanta. Las canas, cuando pasa por ellas el barro, quedan translúcidas, dicen los peluqueros que “como emborrachadas”, lucen como reflejos rubios. ¡Ojo! Una última cosa: que sea coloración natural no significa que no pueda producir alergia. No hay nada más natural que un cacahuete y sé de alguien que si prueba uno, acaba en urgencias.