La casa de la diseñadora Mónica Vinader
casa
La finca tiene una larga historia: pasado de asentamiento templario, cimientos del siglo XII y un añadido victoriano diseñado por el arquitecto que también rehizo el cercano castillo de Sandringham, propiedad de la realeza inglesa. La reforma de la vivienda, «que se caía a pedazos», comenzó mientras Mónica y su marido trabajaban en Argentina y se extendió durante unos doce años.
librería
Sin prisa pero sin pausa, habilitaron las diferentes alas hasta que pudieron utilizar su superficie al completo: desde el salón más informal que da la a partetrasera, la biblioteca, pintada de azul, las habitaciones... «El albañil me odiaba», bromea. El resultado es un hogar vivido que alterna zonas íntimas con amplios espacios donde celebrar cenas para decenas de amigos.
En pleno campo
En pleno campoEn la sala de estar se incrementó la luminosidad abriendo ventanas y pintando de blanco las vigas de madera. La habitación da al jardín trasero, cuyo protagonista es un estanque con truchas y algunos renacuajos.
petacas vintage.
El sello de MónicaEn cada habitación hay un detalle personal que incorpora la diseñadora, como estas petacas vintage.
Figuras antiguas
Figuras antiguas de nacimiento francés, el toque ideal para decorar la repisa de mármol de la chimenea.
habitación de matrimonio
En la habitación de matrimonio llama la atención el cabecero de la cama, un antiguo marco rococó reciclado con otro uso.
piedras
«Me nutren los viajes, los museos, lo que lleva la gente... Mis diseños son vibrantes y apelan al tacto. De hecho las piedras están cortadas a mano.»
Sus tiendas
Sus tiendas«Quiero que refleje la personalidad de la firma, por eso elijo materiales nobles y acabados artesanos», dice Mónica de la nueva tienda de Madrid (Lagasca, 33). Tiene dos tiendas más en España y sus joyas se venden también en la web:www.monicavinader.com