10 alimentos para rejuvenecer

El betacaroteno no sólo ayuda a nuestra piel a broncearse, también contribuye a reducir la flacidez y las arrugas, gracias a que ayuda de una forma muy eficaz a la acción de la vitamina E, y es esencial para la regeneración y salud de células y tejidos. Otros alimentos de color amarillo intenso, naranja y rojo (calabaza, mango, melocotón, pimiento rojo, melón…) también son ricos en carotenoides.

Es un ingrediente muy utilizado en cosmética y no es de extrañar porque es altamente humectante, combate arrugas, acné y hasta dermatitis. Destaca su contenido en ácido fólico y vitamina C, B6, A y E, todas ellas de suma importancia para tener una piel resplandeciente, porque estimulan la producción de colágeno y elastina.

Puede que sean diminutas, pero no las subestimes. Moras, arándanos, frambuesas, grosellas… contienen gran cantidad de antioxidantes y te echarán una mano para controlar el colesterol y evitar problemas cardiovasculares. Pero no sólo son buenas para tu corazón, también contienen altos niveles de antocianinas, poderosos fitonutrientes que protegen tu piel del envejecimiento prematuro.

Le debe su característico color a la astaxantina, un carotenoide súper antioxidante con propiedades anti-inflamatorias, que contribuirá a mejorar la elasticidad cutánea y a reducir la aparición de arrugas. Por no hablar de lo que su elevado contenido en omega-3 beneficiará a tu salud cardiovascular...

Consumida en crudo y debido a sus ácidos grasos naturales y a su aporte de vitaminas E y K tiene un sinfín de beneficios cutáneos: revitaliza, purifica y nutre, favorece su elasticidad ya que contribuye a restaurar la humedad de la piel y previene el envejecimiento prematuro porque reduce los niveles de fibrinógeno.

El sulforafano, compuesto presente en grandes cantidades en los vegetales de la familia de las coles, es un antioxidante que protege el organismo de las enfermedades comunes del envejecimiento como la artritis o los problemas de corazón y además es una excelente fuente de vitaminas, hierro, ácido fólico y fibra.

Contiene sustancias como los tocotrienoles que ayudan a controlar los radicales libres. Está cargada también de vitamina B que hace que sea buenísima para piel, cabello y uñas (no en balde forma parte de la composición de numerosos productos de higiene corporal).

Su contenido en flavonoides triplica al del té verde, que ya es decir. Ambos son poderosos elixires de juventud. Refuerzan el sistema inmunitario, mejoran la circulación y ayudan a reducir el colesterol. Los centros de belleza lo emplean en sus tratamientos para conseguir una piel más firme y vital.

El zinc es indispensable para alimentar las células de la epidermis y mantener los tejidos de la piel y evitar acné, problemas de cicatrización e imperfecciones. Las ostras son, sin duda, el alimento más rico en este mineral, pero no el único. También está presente otros mariscos, carne roja, cereales integrales, legumbres…