Se cumplen 20 años del famoso apretón de manos entre Felipe y Letizia en los Premios Príncipe de Asturias

Nadie a su alrededor sospechaba que aquellos serían sus últimos premios a pie de calle. Era el 24 de octubre de 2003 y Letizia Ortiz, uno de los rostros más famosos de los informativos de Televisión Española, se trasladaba junto a su jefe, Alfredo Urdaci, y su compañera, María Escario, hasta Oviedo para retransmitir una nueva edición de los Premios Príncipe de Asturias que cada año tenían lugar en esa ciudad. La ceremonia se desarrollaría, como es habitual, en el Teatro Campoamor, mientras que los periodistas se encargaban de hacer sus entrevistas en una de las habitaciones del célebre Hotel Reconquista, habilitadas para la ocasión.

Hasta ahí ninguna novedad si no llega a ser porque, un año después, Letizia Ortiz ya no acudiría como periodista, sino como esposa del entonces príncipe de Asturias. Y es ahora cuando recordamos que han pasado 20 años de uno de los apretones de manos más famosos de nuestra historia y de un momento que estamos seguras que Letizia, la actual reina de España, no olvidará nunca y que estuvo plagado de anécdotas y curiosidades que siguen formando parte de nuestra memoria.

Así fue el famoso apretón de manos entre Felipe y Letizia en los Premios Príncipe de Asturias 2003

Como era costumbre de años anteriores, el heredero al trono se pasó a saludar a los integrantes del equipo periodístico encargado de la cobertura de los Premios Príncipe de Asturias. Y fue ahí, en ese momento, cuando se produjo una escena que, en un principio apenas tuvo relevancia, pero que poco después cobraría toda la importancia y significado del mundo. Don Felipe estrechaba la mano de Letizia Ortiz, se miraban y se sonreían. En la imagen aparece también José Antonio Sánchez Domínguez, presidente del ente público de 2002 a 2004, y la periodista María Escario, que tampoco sabía nada de lo que estaba a punto de desvelarse.

Pasaron solo ocho días para que la Casa Real, debido a las filtraciones que empezaron a tener lugar, se apresurase a confirmar, no sólo la relación sentimental entre Felipe y Letizia, sino el compromiso entre ambos. "La Casa del Rey ha anunciado el compromiso matrimonial entre el príncipe de Asturias y la periodista Letizia Ortiz Rocasolano", afirmaba, en directo para TVE, Helena Resano, que fue quien sustituyó a Letizia en sus funciones de presentadora. El día 3 de noviembre se produjo la inolvidable rueda de prensa de la pareja en los jardines del Pabellón del Príncipe, donde anunciaron su compromiso.

La última entrevista a Letizia antes de su compromiso

Otra anécdota interesante de ese día de octubre de 2003 fue una entrevista que le hicieron a Letizia Ortiz, horas antes del famoso apretón de manos. Fue la periodista Regina Buitrago, para Oviedo TV, desde el Patio de la Reina del Hotel de la Reconquista. De todas sus preguntas, la más llamativa fue la última que le hizo a la actual reina de España: "¿Qué supone para una ovetense como tú, Letizia, que ha estudiado su pasión, estar cubriendo un evento tan importante para la ciudad y estar aquí haciendo las crónicas para el informativo?" La respuesta de Letizia, que a priori no llamó nada la atención, cobraría sentido sólo unos días más tarde.

"Pues, mira, ayer aterricé en Ranón, tempranito, y siempre me emociona venir a Oviedo, pero este año, por muchas circunstancias, por muchos motivos, muchísimo más. Me hace mucha ilusión cubrir los premios...", señalaba Ortiz sin que nadie se diera cuenta de que esas causas a las que aludía no eran otras que el amor hacia la persona cuyo título daba nombre a aquellos galardones. "Es un privilegio, es mi ciudad, me encanta, se me vuelve el acento más asturiano todavía y espero seguir cubriendo muchos años los premios Príncipe de Asturias", concluyó Letizia, que sabía que aquellos serían sus últimos premios como comunicadora.

Unos días que, tanto el rey Felipe VI como la reina Letizia, vivirán con especial emoción en la próxima entrega de los galardones de los Premios Príncipe de Asturias este viernes, recordando que Oviedo fue testigo, hace dos décadas, de un secreto que ambos apenas podían esconder a través de sus miradas.