Así se comporta realmente la princesa Leonor dentro de la academia militar cuando no hay cámaras
La heredera al trono trata de ser una más y no llamar la atención en su día a día.
El pasado 17 de agosto, la vida de la princesa Leonor cambió radicalmente. Ese día, ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza, donde comenzaba su formación para convertirse en la heredera de España. Desde ese momento se quiso dejar claro que sería una más y que las normas que rigen dicha institución serían las mismas para ella también. Estamos hablando de que la hija mayor de los Reyes de España comparte camareta con algunas de sus compañeras, ya que todos viven en régimen de internado y en habitaciones compartidas.
En lo que respecta a la formación, Leonor tiene que estar centrada en las diferentes actividades de lunes a viernes y solo dispone de los fines de semana libres, salvo que tenga actividades o maniobras. Eso sí, ella, al igual que su familia, es consciente de que su presencia este año en Zaragoza es algo histórico y que genera, cuando menos, curiosidad y expectación. Y que son muchas las personas que están deseando saber cómo se comporta la princesa Leonor de puertas adentro, cuando nadie la ve y sabe que es una más entre los más de 612 cadetes que integran su promoción y de los cuales 140 son mujeres.
Cómo es la princesa Leonor en la Academia Militar de Zaragoza
De todo ello nos hemos enterado gracias a un artículo que publica Vanitatis, que ha podido conocer, de primera mano, qué es lo que se comenta sobre ella acerca de este primer trimestre de su formación militar. Es el caso de una trabajadora de la academia zaragozana que ha explicado cuáles son las primeras impresiones: “Dicen que no es tan tímida como parece, que solo al principio, pero que luego se lo pasa bien con los compañeros y se involucra en todo, le gusta estar con el resto, no en su habitación”, comenta. Y añade algo que parece haber llamado especialmente la atención entre quienes la rodean: “No es la que más habla o más cuenta, pero escucha mucho y se interesa por la vida de los demás”.
Haciendo gala de su habitual discreción, y a sabiendas de la expectación que su sola presencia genera, la hija de don Felipe y doña Letizia trata de hacer una vida normal, como el resto de sus compañeros, y, por lo poco que ha trascendido y lo que han contado personas de su entorno, es evidente que a la joven no le gusta demasiado ser el centro de atención de forma voluntaria cuando está en grupo. Algo que pudimos comprobar durante su jura de bandera y donde demostró complicidad y naturalidad con el resto de compañeros, con los que llegó incluso a bromear
Una educación exquisita
Por tratarse de la heredera de España, la princesa Leonor ha recibido una educación exquisita desde que era pequeña, ya que en todo momento ha sido consciente de su labor y su importante papel en nuestro país. Y es esa otra de las cosas que desde la Academia Militar de Zaragoza han destacado y que, a veces, choca con la actitud de otros jóvenes que quizá no le den tanta importancia a los modales como se los da la que un día será reina de España.
“Es muy muy muy educada, tanto que en eso sí que se nota la diferencia con algunos otros compañeros, porque son muy jóvenes y ella es muy formal”, han dicho a Vanitatis las fuentes consultadas. De hecho, más allá de querer tener una buena relación con el resto o causar una buena impresión y dar pocos problemas, su carácter afable y su educación le sirven para saber estar y comportarse en cualquier entorno y con cualquier persona.
Ejercicio, estudio y una estricta rutina. Así es el día a día de la princesa Leonor en Zaragoza, donde trata de ser una más.
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