Begoña Villacís reaparece tras semanas de silencio

La expolítica había acudido a ver el partido de fútbol de la Roja en casa de Macarena Gómez.

Begoña Villacís en una foto de archivo, en 2022
Begoña Villacís en una foto de archivo, en 2022 / Gtres

Hacía un mes que no sabíamos nada de Begoña Villacís. La exvicealcaldesa de Madrid guardaba un doloroso silencio tras la muerte violenta de su hermano pequeño, Borja Villacís, ocurrida el pasado 4 de junio. El episodio, que provocó la detención de dos personas y la búsqueda de una tercera, acaparó titulares de todos los medios nacionales, que barajaban hipótesis de ajustes de cuentas en un contexto relacionado con el narcotráfico, si bien más de un mes desde los hechos aún se desconoce el móvil del crimen.

Desde entonces, solo hemos podido saber de Begoña Villacís por sus redes, pero muy brevemente. Nada más conocerse lo sucedido, la expolítica acudió a X (antes, Twitter) para agradecer el trabajo policial ("No tengo palabras para describir el inmenso consuelo que ha supuesto la gran profesionalidad y humanidad mostrada por nuestra Policía") y expresar el sufrimiento por el que estaba atrevesando su familia: "Mi familia está rota, hemos decidido vivir estos momentos en recogimiento e intimidad".

Mientras, en Instagram, subía un retrato de Borja Villacís de niño y escribía un emotivo mensaje: "Adiós, mi niño, mi hermano pequeño. Te quiero, Cuídanos. D.E.P".

Su última publicación en Instagram fue el pasado 11 de junio, cuando la expolítica compartió una preciosa carta llena de cariño y pesar, y una fotografía de un ramo de brezo silvestre y un rollo de papel con un lazo junto a este texto:"Cada vez que alguien me preguntaba cómo afrontaba alguna adversidad respondía con tranquilidad que a mí la vida todavía no me había tocado. Hasta el pasado martes, el martes la vida por fin me tocó, me atravesó.

Cinco días y sigue siendo igual de irreal.Cada abrazo espontáneo que recibo por la calle confirma. "No quiero molestar", empezáis diciéndome. No lo hacéis, reconforta tanto que alguien se pare a transmitirme su pesar y su cariño, conmueve y vence mi incredulidad. Me duele la cabeza de tanto llorar y apretar los dientes.

No he querido leer una sola noticia, la gente que me quiere me dice que no lo haga, que no me hará bien. Quizás entendáis ahora por qué siento una aversión tan intensa y visceral por los extremos, viene de lejos.

Pero Borja siempre será mi hermano pequeño, y yo seré siempre su hermana mayor. La que le cuidó lo mejor que supo, junto con los mejores padres que uno puede llegar a tener, y a la que siempre quiso compensar con sentidos gestos, grandes abrazos, y cariñosos besos. No era de esos chicos que no sabían expresar. A veces hacía de hermano mayor.

Y a veces me volvía y otras se me iba, pero siempre sentí su amor incondicional, nunca hubiese permitido que una mañana me tocase pedir a nuestros padres que se sentasen, que tenía algo que decirles el peor día de nuestras vidas.

No hemos querido compartir nuestro duelo, solo estuvimos los suyos, la familia. Gracias por, aun así, estar presente. Ante el dolor nos deshacemos de ropajes, nos quedamos tal cual somos. La misma compasión en un mensaje de buena gente del PP y del PSOE, las mismas ganas de consolar escritas por un cargo de VOX que orará por mi hermano (gracias), que en un hermoso mensaje de otro de Más Madrid, las mismas ganas de consolar. A todos, aquí tendréis siempre una familia agradecida.

Tengo, la verdad, mucho que agradecer, miles de mensajes que iré contestando, personas que se conjuran para ayudar a una familia devastada: policías con oficio, bregados y profesionales pero sensibles y humanos. A mis amigas, y a quien me ha sabido acompañar de verdad, con silencios más precisos que muchas palabras. A mi familia, que nunca volverá a ser la misma, que está rota para siempre.

A mis padres, que han enterrado a un hijo, mi hermano. Dejo hoy estas flores en la carretera del Pardo. Hay más flores, las de Rebeca, las de otros amigos, y yo no puedo, de verdad que sigo sin poder creer que no lo voy a volver a ver. Mi niño, descansa en paz", concluye la publicación que se ha llenado de comentarios y muestras de pésame.

La reaparición de Begoña Villacís

Desde entonces, no habíamos vuelto a tener noticia de Begoña Villacís hasta la noche del domingo y en una publicación en Instagram que no es suya, sino de su amiga la actriz Macarena Gómez. Así, hemos visto que ambas han compartido su pasión por la Roja este domingo viviendo la final de la Eurocopa en una casa y ataviadas con camisetas o sudaderas de homenaje al equipo español: la primera, con camiseta roja y amarillo; la segunda, con sudadera de los mismos colores que llevaba el mensaje "A por ellos" en la espalda.

Macarena Gómez y Begoña Villacís durante la final de la Eurocopa 2024

Macarena Gómez y Begoña Villacís durante la final de la Eurocopa 2024

/ Instagram / @macarenagomezofficial

En un momento de la noche, en la que también estaba presente Toño Sanchís, exrepresentante de Belén Esteban y manager de otros profesionales, Macarena Gómez aparece abrazada y sonriente a Begoña Villacís, que sí ha publicado un stories que hace referencia, con un meme, al triunfo español. Y donde demuestra que, pese a la etapa que está viviendo, todavía sabe sacar a relucir el necesario sentido del humor.

"Molestar a los vecinos celebrando los goles puede conllevar multas entre los 750 y los 3.000 euros por la aplicación de la normativa de ruidos", indica un mensaje sobre el que sobrevuela la pregunta: "¿Vecinos ingleses?".

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