El liderazgo humanitario de Mónica Duart

¿Qué te inspiró a combinar tu trayectoria empresarial con acciones solidarias, como la donación de equipos de descanso a los afectados por el incendio de Campanar?

La solidaridad es independiente a mi trayectoria profesional, pero al dedicarme al sector descanso esto me permite ayudar cuando hay una tragedia de estas características porque el descanso es la base y lo necesitamos a diario. Yo siempre he sido solidaria y pienso que los empresarios debemos aumentar nuestro compromiso con los demás. A través de la fundación hacemos acciones solidarias durante todo el año. En este caso, esa lucha por el descanso imprime más fuerza en mí misma de manera inconsciente y creo que debemos ayudar. Quiero resaltar la marea de solidaridad de muchas empresas valencianas y de tantos ciudadanos anónimos. Ha sido impresionante y me siento muy orgullosa de mi ciudad.

Como CEO de Dormitienda y presidenta de la Fundación del Sueño, ¿cómo ves el papel de un buen descanso en la salud y el bienestar de las personas?

El descanso es fundamental e imprescindible. Sin él, no podemos tener buena salud; y si la tenemos, pero no descansamos, tendremos problemas de salud. No dormir nos afecta a nivel físico y psicológico. Te doy un dato: las mujeres en España duermen peor que los hombres y se medican más para lograrlo. Las preocupaciones familiares marcan la diferencia entre hombres y las mujeres a la hora de tener un descanso de más tiempo y de mayor calidad. Sí, existe desigualdad a la hora de descansar. No prestamos la atención necesaria al sueño y España va a la cabeza en el consumo de ansiolíticos para dormir. El sueño es transversal y afecta a toda la sociedad porque el sueño es un aliado incondicional. Este motivo fue fundamental para crear mi fundación Mónica Duart, porque promovemos trabajos de investigación, formamos y divulgamos el impacto del mal descanso en nuestra salud. Los trabajos e investigaciones de la Fundación repercuten en la mejora constante de nuestros productos y en ofrecer el mejor asesoramiento a los clientes de Dormitienda.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que te has enfrentado al liderar una empresa en el sector del descanso, especialmente siendo una mujer en un ámbito predominantemente masculino?

Vengo de una empresa familiar y no he experimentado desigualdad con respecto a mis hermanos. Sin embargo, al trabajar con mujeres, he sido testigo de la desigualdad que otras mujeres han enfrentado en sus trayectorias laborales. Ya sea porque a veces han tenido que rechazar puestos de responsabilidad: falta de conciliación, una pareja que no lo acepta… o no han aprovechado oportunidades porque no se han sentido con fuerza. Hay asociaciones varias en las que todavía las mujeres somos una minoría. Es cierto, porque es una evidencia, que las mujeres somos porcentaje minoritario en cargos directivos. Pero hay datos esperanzadores: las empresas lideradas por mujeres tienen mejores cuentas de resultados, el liderazgo femenino es más asertivo, y las empresas lideradas por mujeres son más rentables. Son datos que nos empujan a seguir adelante. Aunque la realidad es que nos queda camino por andar.

¿Cuál es tu visión para el futuro de la Fundación del Sueño y sus iniciativas solidarias?

No vamos a abandonar nunca nuestra responsabilidad social, ya que la llevamos en nuestro ADN. Siempre apoyaremos a los colectivos más vulnerables, de ahí la creación de la fundación. Y todo lo que investigamos es en pro del descanso y lo aplicamos al portfolio de productos. En este sentido somos una fundación dedicada únicamente al sueño. La parte solidaria es inseparable. En este sentido es importante recalcar la formación como parte fundamental de la empresa. El 80% de la plantilla somos mujeres y debemos seguir trabajando con planes de conciliación.

Me preocupan también mucho las carreras STEM, y hay que animar a las mujeres, porque las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y no deben tener miedo a destacar y a que se inspiren en modelos actuales de carne y hueso. Hay que mirarnos en personas anónimas, tenemos que poner en valor el hecho de ser mujeres y debemos educar a nuestros hijos en igualdad. No debemos sentirnos culpables por conciliar y por dedicarnos tiempo. Y debemos apoyarnos las unas a las otras.

¿Cómo ha influido tu formación académica en Dirección y Administración de Empresas y su MBA en tu enfoque para dirigir tanto Dormitienda como la Fundación del Sueño?

Yo entré pisando fuerte en la empresa familiar y cuando eres joven quieres cambiar muchas cosas… pero aprendí que la experiencia es un grado. Pero la formación facilita mucho el enganche con la empresa y no hay que conformarse con lo estudiado, sino formarse continuamente. He ido actualizando mi formación y eso es fundamental.

¿Qué consejo le das otras mujeres que aspiran a liderar en el mundo empresarial, especialmente en sectores tradicionalmente dominados por hombres?

Que se formen bien, que no tengan miedo a destacar, que sean generosas, que se sientan seguras de sí mismas. A veces no nos creemos la fuerza que tenemos y el impacto positivo que tenemos en la sociedad. Tomar conciencia y recorrer el camino con valentía.

¿Cómo ha sido recibida tu labor tanto en el ámbito empresarial como en el comunitario en Valencia, y cómo crees que estas dos facetas se complementan en su vida profesional y personal?

Mi experiencia personal es que hace cuatro años tuve un problema de salud que me incapacitó durante un año debido al estrés. Esto supuso un cambio muy importante a todos los niveles. Yo me cuido mucho ahora y cada vez intento gestionar mejor el tiempo. Abogo mucho por la importancia de cuidar la salud mental, y en este sentido, quiero destacar el papel de la terapia como recurso fundamental… Yo, en mi caso, hago terapia todas las semanas; hacer yoga y meditación me aporta mucha paz mental. Hay que gestionar muy bien el tiempo y no sentirse culpable por estar bien con uno mismo, porque el bienestar propio revierte en tu alrededor, en tu familia y en tu equipo de trabajo, que en mi caso es maravilloso.