Jennifer Lawrence vuelve a demostrar que los vestidos negros con transparencias le sientan de maravilla

Este mismo viernes llegará a los cines 'Sin malos rollos', la última comedia de Jennifer Lawrence en la que la actriz, que encarna probablemente a uno de los personajes más caóticos y excéntricos de su filmografía, se mete en la piel de una mujer desesperada por trabajar de lo que sea. Tras leer un extraño anuncio de empleo, en el que se ofrece dinero a cambio de espabilar a un joven antes de que llegue a la universidad, decide aceptar el reto y ponérselo muy difícil antes de este gran paso. El resultado es una Jennifer Lawrence desatada y deslenguada que probablemente saque la mejor de las sonrisas a quien se decante por esta cinta a partir de su estreno.

Lo cierto es que la prolífica carrera de la actriz, de 32 años, está marcada por personajes memorables pero también por cintas escogidas con mucho tiento, puesto que es sabido en Hollywood que no acepta cualquier papel que se le proponga. De ahí que muchos estuviésemos deseando volver a verla en acción tras su papel protagonista en '¡No mires arriba!', en la que trabajó junto a Jonah Hill, Leonardo DiCaprio y Meryl Streep, y 'Causeway', de corte dramático.

Además de por verla en la pantalla, teníamos ganas de que iniciase la promoción de su última película para volver a estar en contacto con su amor y buen gusto por la moda y, por eso, no hemos podido pasar por alto el estilismo que ha escogido para la presentación que ha tenido lugar en Londres, donde ha fichado un vestido de color negro, uno de sus preferidos en el momento de pisar la alfombra roja.

El otro es el rojo, tal y como vimos en el pasado Festival de Cannes, cuando escogió un voluminoso vestido monocolor firmado por Dior con chanclas del tipo 'flip flop' negras, anteponiendo la comodidad al protocolo, como ya hicieron otras compañeras de la industria en ocasiones anteriores. Entre ellas, Kristen Stewart, que en 2018 se deshizo de sus 'stilettos' de Christian Louboutin frente a los fotógrafos para subir las escaleras descalza y liberada.

En esta ocasión, la protagonista de la saga 'Los juegos del hambre' ha optado por otro diseño de Dior en color negro y con transparencias desde la zona de la cintura hacia arriba. Con cuello redondeado y sin mangas, ofrece diferentes motivos florales, que se sobreponen al tul y que vuelven a multiplicarse en la falda, que esta vez sí es tupida. Recordando mucho al que lució en su regreso a la alfombra roja, en septiembre del año pasado, este vestido también entalla su figura, con la diferencia de que la falda ofrece un formato tubo.

Para rematar la propuesta, la actriz ha elegido unos salones con tacón bajo y unos guantes a juego al más puro estilo Gilda, con un par de perlas a la altura del codo. En cuanto a la peluquería, una acertada coleta alta y pulida, con el largo liso, así como un maquillaje sencillo de ahumados en color negro. Las joyas también han brillado, debido a que ha llevado un aro cruzado de un mayor tamaño a los pendientes inferiores.