¿Tienes algún protector solar del año pasado? Descubre si puedes aprovecharlo este verano

Atenta, porque existen muchos factores que pueden restar eficacia a tus cremas solares. Una pista: hay que guardarlos bien y, sobre todo, leer la etiqueta. 

¿Tienes algún protector solar del año pasado? Descubre si puedes aprovecharlo este verano

¿Tienes algún protector solar del año pasado? Descubre si puedes aprovecharlo este verano.

/ Alessandro Zeno

A todos nos ha pasado en alguna ocasión. Al preparar la bolsa para la primera escapada a la playa o para inaugurar la piscina nos encontramos con un bote de protector solar del año pasado. Entonces, surge la duda: ¿puedo usarlo este verano? ¿Caducan de un verano a otro? Lo primero que debes tener en cuenta es si esa crema estaba abierta o no. Si estaba guardada en un armario sin quitar el precinto, adelante, no hay ningún problema. Los laboratorios coinciden en que, si está cerrada, este tipo de fórmulas pueden durar hasta tres años después de su compra.

El problema llega si empezamos a usar ese fotoprotector el año pasado y, por la razón que fuera, no lo terminamos. En ese caso, revisa estos tres puntos.

1. La importancia del PAO. Bajo esas siglas se esconde la expresión inglesa Period After Opening. En otras palabras, la vida útil de un cosmético desde que lo abrimos. Suele aparecer dentro de la imagen de un tarro abierto y viene expresado en meses (6M, por ejemplo). “Es lo primero que debemos mirar, ya que, pasado ese periodo, el laboratorio no garantiza las propiedades del producto”, nos advierte la doctora Cristina Ciudad, miembro de la Academia Española de Dermatología (AEDV). En los protectores solares el PAO suele encontrarse entre los 9 y 12 meses. Aunque, cuidado, porque en el caso de los que tienen filtros minerales -específicos para niños, pieles intolerantes o alérgicas- se queda en 6 meses.

2. ¿Dónde y cómo lo tuviste guardado? Esta pregunta resulta también muy importante. La doctora Ciudad explica que “siempre hay que intentar mantener las cremas en lugares frescos, oscuros y evitando altas temperaturas, ya que podrían acortar el PAO”. Por tanto, si tu bote de crema se pasó una semana en el bolso de la playa, rebozado en arena y al sol, mejor que te vayas olvidando de él, ya que los cambios de humedad y temperatura no son buenos amigos de la cosmética. Si, por el contrario, se trata de ese fotoprotector que te aplicabas antes de salir de casa es más probable que haya conservado sus propiedades intactas. Otro aspecto importante es el tipo de envase, los de tipo 'airless' y de spray se contaminan mucho menos que los tradicionales.

3. Su aspecto. “Si notamos que la textura se ha vuelto más líquida, como oleosa, no deberíamos utilizar esa crema”, aconseja la dermatóloga. Su olor también nos dará otra pista: si te parece que huele raro, evita usarlo.

Después de revisar estos tres puntos es probable que no puedas aprovechar muchas de las “sobras” de fotoprotector del año pasado. No pienses que se trata de un complot urdido por los laboratorios o que estamos ante un reclamo de marketing. “El laboratorio comprueba la eficacia del producto en el periodo indicado en el PAO y bajo unas características determinadas; es probable que el producto pueda utilizarse más tiempo, pero al no existir estudios que lo demuestren no se puede asegurar su eficacia”, explica Cristina Ciudad.

Por eso, piensa que está en juego tu piel. Tu salud, en definitiva. Y este año, si te sobra protector solar, sigue usándolo en septiembre. Ya sabes que la fotoprotección no solo es sinónimo de salud sino que también se puede convertir en el mejor cosmético antiedad.

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