Las señales de nuestro cuerpo que nos avisan de que tenemos el cortisol alto

Lo de que el cuerpo es sabio, es una de las verdades universales como templos. Y es que si hay algo que hace bien, es avisar y mandar informes de cómo marchan las cosas. 

No sólo a través de los subidones de adrenalina y esos picos intensos de felicidad, agradables y siempre bienvenidos, sino y muy especialmente, cuando sucede todo lo contrario. Hablamos de cómo nos habla la famosa hormona del estrés, el cortisol y cómo descifrar sus mensajes. 

Pero antes, ubiquemos todo esto. Atención a los datos que arroja la segunda edición del "Mapa de la fatiga en España", realizado por Sigma Dos para BOIRON: el 61% de la población española sufre ahora más cansancio que antes de la pandemia. La fatiga mental es especialmente preocupante, afectando hasta al 22,2% de la población.

Las mujeres menores de 55 años son las más afectadas por la fatiga física y mental. Y hay más: el trastorno de ansiedad es el problema de salud mental más frecuente en España, afectando al 6,7% de la población (sobre todo entre 35 y 84 años).

Queda claro que no es como para tomárselo a la ligera… Así que hablemos del cortisol. 

Qué es el CORTISOL y cómo "nos habla"

El cortisol desempeña un papel muy importante en la regulación de muchas funciones corporales. Sin embargo, cuando sus niveles se mantienen elevados durante un período prolongado (hipercortisolismo), puede tener consecuencias negativas para la salud. Y aunque si bien un análisis de sangre es la única forma de diagnosticar niveles elevados de cortisol, hay varias señales de advertencia que tu cuerpo puede enviar para indicar que tus niveles podrían estar fuera de control. Presta atención…

A nivel físico: 

• Aumento de peso: La sobreproducción de cortisol puede provocar un aumento de peso, especialmente alrededor del abdomen, la cara y el cuello (síndrome de Cushing). La razón se encuentra en la capacidad que tiene el cortisol de redistribuir la grasa corporal.
• Cambios en la apariencia física: El exceso de cortisol también puede hacer que aumente la grasa facial y esto puede producir cambios en la apariencia dando lugar a una cara más redonda. También puede provocar la aparición de estrías rojizas o púrpuras en la piel, sobre todo en abdomen, pechos y muslos.
• Debilidad muscular y pérdida ósea: Cuando el cortisol tiene los niveles muy altos, puede debilitar los músculos, lo que supone una disminución de la fuerza y la resistencia. Pero además, interfiere con el proceso de formación ósea y esto hace que aumente el riesgo de osteoporosis y/o fracturas.
• Problemas de sueño: Por supuesto que el  insomnio no se libra y las dificultades para conciliar el sueño son síntomas comunes del hipercortisolismo. Los niveles elevados de cortisol pueden alterar los ciclos de sueño y vigilia naturales.
• Presión arterial alta: El cortisol influye directamente en la regulación de la presión arterial. Cuando está alto, puede provocar un aumento de la presión, aumentando a su vez el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
• Aumento de la presión intraocular: Hay personas que, con niveles elevados de cortisol, pueden sufrir un aumento de la presión intraocular y esto puede aumentar también el riesgo de problemas como el glaucoma.
• Alteraciones menstruales: El hipercortisolismo puede causar irregularidades en el ciclo menstrual, incluyendo ausencia o períodos irregulares de regla.
• Acidez de estómago: Los niveles altos de cortisol también pueden aumentar la producción de ácido gástrico que a su vez provoca acidez estomacal y otros problemas digestivos.
• Intolerancia a la glucosa: En algunos casos, el exceso de cortisol puede interferir con el procesamiento de la glucosa, aumentando el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
• Migrañas: El estrés que provocan los niveles altos de esta hormona desencadena en muchas ocasiones las temidas migrañas y otros dolores de cabeza.
• Debilidad del sistema inmune: Por si fuera poco, el hipercortisolismo puede debilitar el sistema inmune, aumentando la susceptibilidad a las infecciones.

Pero no los niveles altos de cortisol no sólo cursan en señales físicas, atención a estas señales a nivel psicológico. ¿Te suenan…?

• Ansiedad y depresión: Los altos niveles de cortisol están estrechamente relacionados con la ansiedad, la irritabilidad, los cambios de humor y la depresión.
• Falta de concentración: El exceso de cortisol puede dificultar la concentración y la capacidad de atención, afectando a la productividad y la cognición.
• Cambios en el apetito: Algunas personas experimentan un aumento del apetito, mientras que otros pueden presentar una disminución del mismo. En cualquier caso, cambios que provocan una desregulación del equilibrio habitual.
• Irritabilidad: La irritabilidad es un síntoma común cuando hay niveles altos de cortisol.
• Cansancio y fatiga: La fatiga es otro de los síntomas comunes cuando el cortisol está disparado. Puedes llegar a sentirte exhausta incluso después de haber dormido mucho y bien.

¿Qué debes hacer si sospechas que tienes niveles altos de cortisol?

Antes de nada, ni te automediques, ni preguntes a Google. Sé responsable y consulta a un profesional. Es probable que un análisis de sangre sea suficiente para ver qué problemas puede estar habiendo y salgas de dudas. 

Lo que está claro, es que vivimos en una sociedad cansada, fatigada y sobre todo, estresada. Y en este contexto ha pensado LPG con el lanzamiento de su nuevo tratamiento médico, muy ad hoc de todo esto. Y si sospechas que tus niveles de cortisol están por las nubes, puede que esto te interese. 

Un estudio científico realizado por el Instituto Bescored en asociación con el Centro Europeo del Sueño, la Universidad de Sydney y el laboratorio Cerballiance han sido los que se han encargado de demostrar que el protocolo de Endermologie Vitalidad, Estrés, Sueño, de LPG, reduce significativamente el estrés, mejora la vitalidad y las defensas naturales, reduce los trastornos del sueño y mejora el estado de ánimo general.  

Este protocolo utiliza la tecnología para estimular la circulación, aliviar las tensiones musculares y promover la relajación a través de maniobras específicas. Los resultados del estudio mostraron reducciones importantes en los niveles de cortisol (hasta un 19% después de una sesión y un 44,6% después de 10 sesiones) y mejoras en la calidad del sueño, con una reducción del 54,7% en los trastornos relacionados con el insomnio.  Además, se observó un aumento de los linfocitos T, lo que indica un refuerzo del sistema inmunitario.

Una solución médica cuyo objetivo ya no es la belleza, sino la salud. Importante mensaje.