Perfumes de jazmín: por qué es una de las notas florales más especiales de la perfumería (y en qué perfumes vas a disfrutarla al máximo)
No es de esos ingredientes de “o lo odias o lo amas”. Normalmente, al jazmín, se le ama. Y tiene razones. Hablamos de uno de los ingredientes más deseados y especiales del mundo de la perfumería.
No a todas las flores se les llama “Reinas de la noche”. Tampoco todas tienen efectos afrodisíacos. Y sin duda pocas son tan versátiles olfativamente. El jazmín se ha convertido por derecho propio en uno de los ingredientes más deseados, especiales y curiosos de la perfumería. También uno de los más buscados por esa forma en que nos marca en la memoria a través del olfato y se queda para siempre.
Piénsalo: ¿cuántas veces has pasado por una calle y te has quedado en shock cuando esa ráfaga de aire traía el aroma del jazmín de ese afortunado vecino? ¿quién no lo recuerda en su infancia, de forma agradable y casi mágica?
Los secretos del jazmín
El jazmín, conocido científicamente como Jasminum, es una flor de aroma distintivo, que combina dulzura con toques ligeramente terrosos. Su origen se remonta a las antiguas civilizaciones. Se cree que pudo encontrarse en el Medio Oriente y el Sudeste Asiático, donde ha sido cultivado durante miles de años desde entonces. En la cultura árabe, el jazmín ha sido siempre un símbolo de amor y belleza. En la India, esta flor se utiliza en ceremonias y festivales y su aroma se asocia con la divinidad.
A medida que el jazmín se extendió por el mundo, especialmente a Europa durante la Edad Media, su uso en la perfumería y la cosmética se hizo cada vez mayor. Su fragancia conquistó a la alta perfumería, donde se valora su capacidad para elevar otras notas y aportar una profundidad única a las fragancias.
Su fragancia
La fragancia del jazmín es compleja y multifacética. Su perfil aromático se describe comúnmente como dulce, floral y ligeramente afrutado. En la perfumería, a menudo se presenta como un acorde rico y sensual que puede evocar una sensación de feminidad y elegancia.
Una de las características más fascinantes del jazmín es su capacidad para adaptarse y mezclarse con otras notas. Por ejemplo, cuando se combina con cítricos, puede aportar un matiz fresco y vibrante. Al mezclarlo con notas amaderadas, el jazmín puede ayudar a crear un ambiente cálido y envolvente. Esta versatilidad hace que el jazmín sea el gran camaleón de la perfumería, un componente fundamental en la creación de fragancias tanto unisex como exclusivamente femeninas.
Extracción
El método tradicional utilizado de extracción de su aceite esencial se llama “enfleurage” y se trata de una técnica, como cuentan los expertos de Trudon, que consiste en colocar las flores sobre grasa purificada que absorba su fragancia. “Este método es casi un arte en sí mismo debido a su laboriosidad y la delicadeza del proceso”, afirman.
Los perfumes que destacan el jazmín pueden variar en sus enfoques y estilos, pero comparten una característica común: la capacidad de evocar emociones profundas. La perfumería moderna utiliza el jazmín en combinaciones con notas frescas, especiadas o amaderadas, logrando así que cada perfume cuente su propia historia.
Los datos más curiosos del jazmín
Entre otras cosas, seguro que llamará tu atención el cariñoso “apodo” de “la Reina de la noche”. Y es que muchas de las variedades de jazmín son más intensas cuando anochece. Y esto, como es natural, ha inspirado a grandes Narices a crear intensas y emocionantes fragancias nocturnas.
Del jazmín también es famoso su conocido efecto afrodisíaco, puesto que su aroma se considera un estimulante que aumenta el deseo y la atracción. De hecho, cuentan que Cleopatra, consciente de estas propiedades, lo usó para seducir a Marco Antonio. Y funcionó…
Los simbolismos asociados al jazmín en distintas culturas han inspirado a los perfumistas a crear los conceptos de las fragancias con jazmín. Por ejemplo, en la India, el jazmín se utiliza en las bodas porque se asocia con el amor y la sensualidad. Y esto, ya es el punto de partida para crear un perfume, sin duda, especial…
Y si hay que destacar otro dato es su alto coste. Por ello, en la perfumería normalmente se recurre a las moléculas sintéticas para conseguir el aroma del jazmín. Como curiosidad, las moléculas que se utilizan para lograrlo son el jasmonato y el hedione, mucho más asequibles y sostenibles. Porque, hablando de altos costes… ¿sabes cuántas flores de jazmín se necesitan para conseguir un kilo de su esencia? La friolera de 6 millones de flores. Y no sólo eso, sino que para que su aroma no se pierda, deben recogerse a mano y ser procesadas casi de inmediato…
Variedades del jazmín, muchas, pero si hay que destacar a una de las más deseadas, esta es la variedad Grandiflorum y el archifamoso Jazmín Sambac. Este último, muy utilizado por algunas firmas como Acqua di Parma.
El jazmín también se ha utilizado en la medicina tradicional, especialmente en el Ayurveda, especialmente por sus propiedades relajantes y antiinflamatorias, precisamente lo que refuerza su aprecio no solo como fragancia, sino también como elemento de bienestar.
Un aspecto notable del jazmín es su impacto emocional y psicológico. Varios estudios han demostrado que el aroma del jazmín puede tener efectos ansiolíticos, ayudando a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo (no andaban equivocados en la medicina ayurvédica…) En aromaterapia, se usa para calmar la mente y promover una sensación de paz y tranquilidad. La combinación de su dulzura y profundidad ayuda a elevar los sentidos y puede ser un recurso terapéutico en momentos de estrés.
Así que sin duda, el jazmín es una de las notas florales más especiales. Y se lo ha ganado con creces… Su rica historia, su perfil aromático complejo, su versatilidad y significado cultural lo convierten en un ingrediente valioso que ha perdurado a lo largo de los siglos. Y mientras quede una sola flor en la Tierra, lo seguirá haciendo.
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