Isabel Preysler: "Sharon Stone y Michelle Pfeiffer son ejemplo de mujeres muy bien retocadas en Hollywood"

Nos ha invitado a un brunch en su casa de puerta Hierro para presentarnos su línea de cosméticos My Cream. Después del fallecimiento de su marido, Miguel Boyer, Isabel Preysler comienza una nueva etapa en su vida.

Viste traje de pantalón negro y americana blanca de Escada y altístimos stilettos negros. Un bicolor que identifica el packaging de My cream, el nuevo tratamiento de belleza creado por ella y en el que ha puesto todas sus ilusiones. “ Ahora que está llegando a las farmacias, estoy deseando que la gente me dé el feedback de lo que les parece porque yo estoy realmente implicada en este proyecto, en el que también es socia mi hija Ana”.

A través de Ana empezó todo: “cuando Miguel estaba enfermo, Ana empezó a decirme “mamá por qué no haces tu crema. Venga, que yo te ayudo con el marketing, los números y tú te dedicas solo a la parte bonita, a crearla’. A partir de ahí, buscamos un laboratorio fiable y empezamos a desarrollarlo todo. Ha pasado más de un año desde entonces”, cuenta Isabel. Ella y Ana son socias en esta empresa : “ A mi hija se le dan muy bien los números - ha salido a papi- . Está en una consultoría y trabaja muchísimo pero daba igual a la hora que llegara a casa que se ponía con todos los papeles para sacar esto adelante”. En las reuniones de trabajo Isabel ha descubierto una nueva faceta de su hija: “ Ana ha hecho E3 de Icade – doble licenciatura de derecho y Empresariales- y claro, de leyes y contratos sabe mucho. Se lee hasta la letra más pequeña y cuando había que negociar hasta le tenía que decir ‘ nena no seas tan fiera’, porque es una negociadora durísima.”

Hablamos con ella en el salón de su casa de Puerta Hierro. Isabel habla con naturalidad y sin imposturas, que hace que la sientas cercana a pesar de toda la leyenda que la rodea. Esta delgada, guapa y su rostro no defrauda respecto al que se ve en las fotografías, tantas veces criticadas por el exceso de photoshop. Es fácil imaginar que “ me han pedido muchísimas veces que hiciera una crema. Un perfume ya ni te cuento pero hasta ahora no ha llegado el momento. Hasta han dicho que usaba cremas que no había usado nunca”. ¿Quién no se acuerda de aquella crema de farmacia, Xhekpon, de 5 € que contaba la leyenda que la habían visto tirar a una papelera del aeropuerto? La fama de que era la que utilizaba Isabel circuló de boca en boca y se rompieron stocks de venta. Ella espera que ahora suceda lo mismo “ ¡pero de verdad! Aquello nunca lo utilicé y la gente se me acercaba diciendo que había comprado mi crema. Realmente, de todas esas cosas que he utilizado, no he usado ninguna”, dice riéndose. Nos confiesa que nunca he sido fiel a ningún producto: “he utilizado muchas firmas. Tengo la suerte de que bastante me envían bastantes a casa para probarlos. Por supuesto, en el último año, lo he probado todo con mucho interés. Me apasiona el mundo de la cosmética”.

¿Qué aporta tu crema a la piel?

Para mí, lo más importante es la luminosidad, todas la mujeres queremos una piel luminosa. Y, por supuesto, también hidratación. También he sido muy pesada con el aroma y la textura. Huelen a peonía, que me decían que no era muy corriente en cosmética pero yo quería porque es una flor que me gusta y además huele a limpio. También es muy ligera para que penetre rápido. No será la crema perfecta , ni la mejor del mundo pero desde luego, relación calidad precio es estupenda y supera lo que hay en el mercado.

¿Por qué decidiste venderla en farmacia?

Me transmitía más seriedad. Yo pensé a mí no me van a tomar en serio y por eso, creo que la farmacia aporta esa garantía.

Tienes fama de mujer disciplinada ¿cuál es tu rutina de belleza?

Me limpio bien la cara por la mañana y por la noche y me aplico el tratamiento. Siempre he tenido la piel bastante grasa, bueno ahora ya la tengo más seca y siempre he preferido texturas ligeras. No me gusta llevar casi nada sobre todo de día.

¿Un pecado de belleza que cometas?

Tomar el sol, lo he tomado muchísimo. Cuando estaba con Julio vivíamos los dos todo el día al sol ( risas) y lo sigo necesitando. Vengo de un país tropical y necesito el sol y la luz como el comer. Recuerdo que una vez mi dermatólogo de Nueva York me dijo ¡Vives en España, qué horror, no deberías tomar el sol! No le hice mucho caso. Además yo me veo mejor con un poco de color en la cara.

Estos días ha estallado la polémica con los retoques de famosas como Renee Zelwegger, Uma Thurman … ¿Qué opinas de esos retoques que transforman el rostro de las actrices?

Da la sensación de que se han operado y no ha dado tiempo a que se les deshinche la cara… Imagino. También hay mujeres muy bien retocadas en Hollywood. Para mí, Sharon Stone y Michelle Pfeiffer son dos ejemplos en ese sentido.