Draping blush o colorete drapeado: la técnica sencillísima para esculpir el rostro

Descubre esta técnica de maquillaje que esculpe el rostro y realza los rasgos naturales con un solo producto de belleza.

Hailey Bieber con colorete efecto draping blush
Hailey Bieber con colorete efecto draping blush / Instagram

¿Y si existiera una nueva técnica para conseguir un maquillaje impecable y un rostro esculpido a la perfección? ¿Una técnica que implique el uso de un único producto, sencillo de aplicar y con un efecto garantizado? Pues sí, existe y se llama draping blush.

Un truco que permite esculpir el rostro utilizando solo un colorete aplicado de una determinada manera para resaltar los rasgos faciales de cada persona a la perfección.

Qué es el draping blush o colorete drapeado

Se trata de una técnica que se originó en la década de los 70 y alcanzó su máximo esplendor entre los 80 y los 90. Es una técnica de belleza que tiene el objetivo de definir y esculpir el rostro, un poco como el contouring, pero con la particularidad de realizarse con un único producto, un colorete, dejando como resultado un maquillaje muy natural.

De hecho, aunque solo se use el colorete como producto, esta técnic no sólo esculpe el rostro, sino que también lo ilumina, ya que se aplica de forma que se acentúen las líneas naturales del rostro, reequilibrando los volúmenes.

Cómo hacer el colorete drapeado

Para realizar un colorete drapeado se pueden utilizar cuatro técnicas diferentes:

Lift glow

Tiene como objetivo 'levantar' los rasgos y se crea utilizando dos coloretes con diferentes gradaciones. En este caso, el colorete más oscuro se aplica donde habitualmente se aplica el bronceador, para resaltar los pómulos. Después, con el colorete más claro, se repasa la sien y los laterales del cuello. Creando un efecto push up realmente único.

Colour Fever

Se obtiene aplicando un único colorete sólo en el contorno de ojos y en los propios ojos, partiendo de la parte más alta del arco de la ceja y difuminando el color hasta llegar debajo del ojo, dibujándolo como una especie de círculo en los pómulos.

Sculpting Glow

Se consigue utilizando dos coloretes diferentes y aplicando el tono más fuerte, en color fucsia, justo debajo de las mejillas y el colorete rosado o melocotón en la línea de la mandíbula y a los lados de la frente. 

Se reequilibran las proporciones del rostro aplicando un único colorete por encima del hueso de la ceja, en el puente de la nariz, en los pómulos, en los laterales del cuello y también en la punta de la barbilla. Creando un efecto uniforme y supernatural en el rostro.

En resumen, cuatro técnicas de colorete drapeado para un único propósito, lucir un look de belleza deslumbrante con el mínimo esfuerzo.

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