Animales fantásticos y dónde encontrarlos: así es la fabulosa colección de Navidad de Guerlain x Begüm Khan
Su nombre es Begüm Kiroglu y es la diseñadora de joyas más extravagantes y cool del momento. Descubrimos su universo mágico y su colaboración con la firma Guerlain para estas fiestas de la que, absolutamente todo, va a ir directo a tu 'wishlist'.
Las colaboraciones con artistas forman parte del legado de la Maison Guerlain, y por eso no nos sorprende ya encontrar estas sinergias en algunas de sus ediciones limitadas. Sin embargo, este año Guerlain ha querido pasarse el juego invitado a la joyera turca Begüm Khan para que dé un nuevo enfoque a sus icónicas creaciones, celebrando el símbolo de la Maison, la abeja, y el resultado es de los que te va a dejar con la boca abierta (y la 'wishlist' llena de sus referencias).
Y es que, si hay algo que caracteriza a las piezas de Begüm Khan, es que son capaces de dar vida a un mundo onírico de animales especiales, elaborados con materiales de lujo y piedras preciosas, con una fuerte influencia de la naturaleza y la opulencia de Oriente.
Así, el preciado bestiario de Begüm Khan se traslada a las Piezas Excepcionales de la firma, mediante la abeja, el símbolo de Guerlain, y el escarabajo, el animal de la suerte de la artista. Siguiendo su estela, el tigre, la rana y la tortuga completan este mundo de animales fantásticos que adornan los diferentes productos de la firma, haciendo que su colección de Navidad sea una de las más especiales de su historia.
La semana pasada, Begüm realizo un viaje relámpago a Madrid, momento que aprovechamos para charlar con ella sobre esta colaboración y su universo mágico que este año tenemos un poco más cerca gracias a estas piezas excepcionales.
¿Cómo fue el proceso de crear y diseñar esta colección?
En un primer momento, puede parecer que Guerlain y yo somos muy diferentes. Ellos son una empresa parisina de casi 200 años, y yo soy una empresa de Estambul de solo 10 años. Pero tenemos muchos denominadores comunes. Guerlain valora la artesanía, y eso es algo que para mí es fundamental. Yo lo hago todo a mano. Y además están la sostenibilidad y la historia. Son nuestros valores comunes. Por eso cuando nos conocimos y nos reunimos, todo el proceso de diseño se desarrolló de forma muy orgánica. Empezamos con la botella excepcional, la botella grande, y de ese brainstorming pasamos a las barras de labios, los tapones de perfume, los perfumes pequeños, la colección de maquillaje navideño, los escaparates, los envases de Navidad… Creo que el nivel al que llegó la colaboración demuestra cómo trabajamos juntos. Tantas ideas y tanta inspiración, es muy ilusionante. Me encantaría continuar este viaje juntos.
¿Con qué materiales has trabajado en estas piezas?
Usamos las mismas piedras preciosas que utilizamos en nuestras joyas. Así que es exactamente la misma artesanía. Usamos cristales y gemas hechas a mano una por una, y todo con un chapado en oro de 24 quilates. La botella grande fue todo un reto porque normalmente, las piezas de joyería se hacen en plano. Y si la pieza es un milímetro más cóncava o más convexa, no importa. Pero para el perfume, la pieza tenía que coincidir perfectamente con la botella. Tenía que ser un ajuste perfecto. Es casi como hacer un vestido de alta costura. Y para complicar aún más las cosas, lo hicimos todo en Turquía, pero se ensambló en la botella en París, así que la perfección tenía que ser realmente milimétrica. Y eso fue un reto, pero creo que lo conseguimos.
La Bee Bottle celebra su 170 aniversario este año, ¿crees que el mejor regalo para un cumpleaños es una joya?
Sí, por supuesto. La primera botella se hizo para la emperatriz Eugenia. Es una botella muy icónica e importante. Y, por supuesto, es un regalo increíble. Creo que la Navidad es un tiempo para soñar, para poner por escrito tus deseos, para la fantasía, para la celebración, para el amor, para estar juntos... Es un momento extraordinario, y para este momento extraordinario, un regalo extraordinario es el complemento perfecto.
También has creado cinco tapones especiales para los perfumes.
Sí, es una serie de perfumes llamada ‘L'art et la matière’, en la que como se intuye por el nombre, Guerlain honra el arte y la materia, la artesanía de esta serie. Así que los ingredientes de cada perfume y la forma en que se compone, hacen referencia a un artista. Y en esta serie quisieron honrarme a mí, así que eligieron mis iconos. Está por supuesto una nueva versión de su abeja tan característica y luego mis cuatro iconos: el tigre, la tortuga, la rana y el escarabajo.
¿Qué tiene el mundo animal que te llama tanto la atención?
Hay muchas cosas que me fascinan. En primer lugar, me atraen las bellezas que no son comúnmente aceptadas como bellas. Y la mayoría de mis animales, no son animales muy bonitos, son bichos, insectos, tortugas... Me gusta encontrar la belleza en lo caprichoso, en lo diferente. También son animales que encuentro muy parecidos a mí, especialmente el escarabajo. Es uno de mis favoritos. El escarabajo es un animal muy frágil y diminuto, cualquiera puede matar a un escarabajo en un segundo. Pero al mismo tiempo, pueden sobrevivir millones de años. Probablemente nos sobrevivirán a todos. Y me parece muy parecido a mí. Soy extremadamente fuerte, nada puede conmigo, pero al mismo tiempo, soy una persona extremadamente emocional, muy frágil. Puede que algo grande no me aplaste, pero algo muy pequeño podría romperme el corazón. Y vivo esta disparidad en mí misma, y también la encuentro en mis animales.
Me atraen las bellezas que no son comúnmente aceptadas como bellas
También has diseñado las cajas de la colección de Navidad
Sí. Todo empezó a partir de un sueño, cuando se pusieron en contacto conmigo para la colección de Navidad, inmediatamente me imaginé a la Abeja Reina celebrando una cena de Navidad. Y en esta mesa, hay frutas, dulces y caramelos de diferentes mundos, como los lokums turcos, macarons franceses, etc. Un poco como ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Y todos los otros animales de diferentes partes del mundo, vienen a la mesa. Y de esa idea nació el diseño del packaging. Nos ceñimos a los colores verde y dorado y beige, haciendo referencia al color de mi marca, el verde.
En tus creaciones también usas muchos símbolos, como el ojo turco, ¿crees que estos símbolos traen suerte a las personas que los llevan?
Viví seis años en China y cursé un máster en cultura china. Así que una de mis mayores fuentes de inspiración es el arte asiático, especialmente el chino. Pero la otra gran fuente de inspiración es el lugar donde nací y crecí, Estambul, la historia otomana y los símbolos de mi propia cultura. Así que el ojo es uno de los símbolos más destacados de mi colección. Me encanta lo que significa. Cuando llega un nuevo bebé a la familia, se le regala un ojo, o si compras una casa nueva, alguien te traerá un ojo, porque a pesar de que se le llame ‘evil eye’ no es maligno, en realidad te protege de la mala energía. Es como un escudo protector. Y creo mucho en el poder del ojo.
¿Qué tiene que tener una joya para ser perfecta?
Para ser sincera, creo que todas mis piezas son la joya perfecta (risas). Pero creo que para que cualquier joya sea perfecta, debe ser única en su diseño y no parecerse a nada. Así, por ejemplo, cuando veas mis joyas, aunque no veas la marca, reconocerás inmediatamente que es Begüm Khan. Y creo que cualquier joya debe ser reconocible por derecho propio. La artesanía es otro aspecto clave. El material puede ser plástico, tela, papel o diamantes. Sea cual sea el material, la artesanía debe ser lo más perfecta posible dadas las circunstancias. Y por último debe ser atemporal, reflejar el gusto actual pero al mismo tiempo tener un diseño que pueda perdurar en las distintas generaciones.
¿Tienes algún producto favorito de Guerlain?
Utilizo muchos productos Guerlain. Me encanta toda la línea Abeille Royale, los labiales Rouge, los Terracotta, los labiales Kiss Kiss... Dicho esto, uso Shalimar desde que soy adolescente. Y es un perfume especial para mí que de hecho llevo ahora en el bolso. Es tan especial porque la condesa de Cawdor, que es amiga de mi tío, solía quedarse en nuestra casa como huésped. Y una vez, estuvo allí en mi cumpleaños, y cada vez que entraba en la habitación, yo siempre le decía: ‘Dios mío, me encanta tu perfume’. Y ese día me dijo, ‘Begum, no tengo un regalo para ti, pero te regalo mi perfume’. Y era Shalimar, y desde entonces lo uso yo.
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