Este (antiguo) ingrediente es uno de los mejores activos para tener una piel luminosa

¿Buscas un efecto 'glow' en tu cosmética? Las fórmulas con oro son una excelente baza para conseguir una piel luminosa al tiempo que ayudan a prevenir y paliar los signos de la edad, mejorando la vitalidad y la resistencia cutáneas. Te contamos todas sus virtudes

El oro, el mejor ingrediente para una piel luminosa
El oro, el mejor ingrediente para una piel luminosa / Lambada/istock

Símbolo de lujo y metal noble donde los haya, el oro es una apuesta segura para impulsar, entre otros beneficios, una piel luminosa. Este apreciado ingrediente llegó (hace siglos) a la belleza para quedarse, demostrando, con creces, que su uso para el cuidado de la piel o el pelo bien vale su precio. Rodeado de una mística de poder y opulencia a lo largo de los tiempos, su presencia en los laboratorios de cosmética no obedece a un mero capricho ni a un ataque de excentricidad de los formuladores. Ya civilizaciones como la egipcia, comenta Miriam Quevedo, confiaban en este metal por sus propiedades saludables para el rostro y para el cuerpo, al tiempo que lo utilizaban como ritual de purificación espiritual. Igualmente, los chinos le atribuían propiedades curativas. En el pasado, comentan desde La Prairie, una de las marcas que más apostado por este activo en sus fórmulas, el oro se consideraba una fuente de inmortalidad y ha estado indisolublemente ligado a los humanos desde al menos el 6000 a.C.

En el presente, el oro sigue siendo un valor refugio, y no solo como activo financiero. Como asegura Jacqueline Hill, directora estratégica de Innovación y Ciencia de La Prairie, “la medicina moderna lo utiliza para tratar una amplia serie de dolencias”, desde la radioterapia hasta la odontología y la farmacología, y en belleza es un ingrediente de lujo con un gran efecto revitalizante con el que lograr una piel luminosa. Desde Guerlain, otra marca que hace tiempo que vio el potencial cosmético del oro, Laura Romero, directora de formación España, refiere las numerosas propiedades beneficiosas de este metal como su gran efecto antioxidante y como activador y estimulante de la renovación celular. Asimismo, prosigue, favorece la nutrición y la resistencia cutáneas, aporta gran luminosidad y vitalidad a la piel, refresca la tez, hidrata, posee un efecto tensor y atenúa las líneas de expresión. Todo un dechado de virtudes que le hacen especialmente idóneo para paliar los distintos signos de la edad. “El oro mejora la calidad de la piel y otorga un efecto rejuvenecedor al rostro”, resume Laura Romero.

Si en la piel el oro posee unas propiedades excepcionales para mantener a raya el deterioro celular, restaurar su energía y aportar luminosidad, integrado en fórmulas capilares sus bondades no desmerecen su fama como ingrediente. “El oro micronizado de 24 quilates realza y vivifica la apariencia del cabello, le dota de suavidad, luminosidad y sublimes reflejos dorados; nutre el cuero cabelludo y crea un escudo protector que previene de los efectos del proceso de envejecimiento. Igualmente, hidrata intensamente estimulando la síntesis de colágeno y protegiendo de las condiciones medioambientales al tiempo que repara el pelo dañado y crea enlaces saludables y revitalizados” explica Miriam Quevedo, fundadora de la firma que lleva su nombre y una ávida estudiosa de ingredientes cosméticos, quien ha hecho también del oro uno de los activos fetiche de algunos de sus productos para el pelo.

Como ocurre en joyería la eficacia de las fórmulas cosméticas con oro también depende de los quilates. “Mientras más quilates, mayor es la luminosidad y efecto tensor en el rostro. Más quilates equivale a una mejor calidad en el producto. Al aumentar los quilates, las propiedades y beneficios en la piel aumentan también”, especifica la directora de formación de Guerlain.

En busca de la luminosidad perdida

En busca de la luminosidad perdidaEl oro, asegura la doctora Hill, no se parece a ningún otro metal, “es único y precioso debido a dos propiedades muy especiales: su color y su estructura superficial. El oro está dotado de propiedades únicas que no se encuentran en ningún otro mineral. Su tonalidad incomparable se debe a sus electrones que absorben la luz azul rica en energía y reflejan la luz amarilla complementaria como un tono cálido, similar al que se encuentra en la piel radiante. El oro es uno de los únicos metales que refleja el amarillo y el rojo y, por lo tanto, emana un resplandor que aparece como un tono cálido para el espectador”.

La cosmética siempre se ha sentido atraída por ingredientes raros, lujosos o excepcionales para crear productos únicos, con resultados extraordinarios. El oro, sin duda, forma parte de ese exclusivo grupo y, a diferencia de otros, ha demostrado con creces que su fama no se queda en agua de borrajas. Además, los avances científicos y tecnológicos están consiguiendo sacar todo el potencial iluminador de este activo. Y ahora, que la luminosidad cutánea es uno de las características más valoradas -clave de una piel joven­­-, y el glow se ha convertido en el objetivo final de todo procedimiento cosmético, el oro puede reclamar alto y claro su autoridad en estas lides.

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