La razón por la que Kate Middleton y Meghan Markle nunca lucirán la icónica tiara nupcial de Lady Di
Es probable que nunca llegue a manos de la casa real de británica, aunque hay muchos nostálgicos que opinan lo contrario, te contamos las razones.
La nuera que ha heredado más joyas de Lady Di: ¿Kate Middleton o Meghan Markle?
Un 29 de julio de 1981, una brillante lady Diana Spencer de 19 años llegaba a la catedral de San Pablo del brazo de su padre, Earl Spencer, para contraer nupcias con el entonces príncipe Carlos con un vestido diseñado por David Emanuel y una tiara que llamó la atención de los 3.500 invitados y los 750 millones de telespectadores que vieron la retransmisión de la boda. Aquella tiara es una auténtica reliquia que se conoce como Tiara Spencer y que fue un regalo de bodas de Lady Sarah Spencer a Lady Cynthia Hamilton, la abuela de Diana.
Lady Sarah adquirió los diamantes que la componen en el año 1870, pero no fue hasta la década 1930 cuando mandó a Garrard que le diera forma a la famosa tiara. Antes que Diana, sus dos hermanas mayores la lucieron en sus respectivas bodas, Lady Sarah Spencer, ahora Sara McCorquadale, y Lady Jane Spencer, ahora Jane Fellowers. Después y hasta la muerte de Diana solo la vimos sobre la cabeza de Victoria Lockwood, la mujer de Charles Spender, el hermano de Lady Di, y alguna que otra vez en la de la difunta princesa de Gales.
La tiara tampoco perteneció a Lady Di
A su muerte en 1997 se devolvió a su hermano y aquella reliquia familiar se guardó como oro en paño hasta 2018, que resurgió con la boda de Celia McCorquodale, hija de Lady Sarah, en su boda con George Woodhouse. Muchos fanáticos de la casa real han querido ver a Kate Middleton o Meghan Markle luciéndola, pero esto es algo que probablemente no ocurra nunca. Pese a la inmensa colección de joyas con la que cuentan los Windsor, la Tiara Spencer no se encuentra entre ella, pues es de la familia de Diana de Gales.
Por tanto, no formará parte de la herencia que algún día pueda obtener la princesa Kate, aunque quizá sí la pueda heredar su única hija Charlotte. Solo Charles Spencer podrá decidir en quién recae este tesoro en forma de tiara. Se trata de una de las joyas más icónicas de la realeza británica, pero realmente nunca les ha pertenecido. Además, tampoco se conoce dónde la custodia, aunque se dice que está en una caja fuerte de máxima seguridad ubicada en un lugar desconocido, ya que su valor podría ascender a las 400.000 libras esterlinas -mucho más si saliera a subasta-.
Cuentan las malas lenguas...
Así que realmente tampoco fue nunca de la propiedad de Diana, sino que su hermano y dueño desde la muerte del octavo conde Spencer en 1992, se la prestó en numerosas ocasiones. La llevó en eventos oficiales y también cuando dejó de formar parte de la familia real y comenzó a despuntar como una socialité. Cuando fallezca Charles Spencer, pasará a ser propiedad de su primogénito Louis Spencer, vizconde de Althorp. Aunque desde el nacimiento de Charlotte se ha especulado mucho sobre su próximo destino.
Y es que, siguiendo los deseos de su abuela, la tiara debería pasar a manos de la pequeña algún día. Estos anhelos no se han confirmado ni desmentido nunca y lo más probable es que los herederos del conde de Spencer no se vayan a deshacer nunca de ella. Aun así, Lady Di dejó escrita una carta antes de morir en la que se podía leer: "Quisiera que todas mis joyas se destinaran a la parte que correspondería a mis hijos, para que sus esposas, a su debido tiempo, puedan tenerlas o usarlas. Dejo a vuestra discreción la repartición exacta de las joyas".