Estos trucos para limpiar sartenes siempre funcionan: las dejarás como nuevas

Dale una nueva vida a esta herramienta imprescindible en la cocina.

Los mejores trucos de limpieza caseros (y que siempre funcionan)

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Si hay un utensilio que resiste las batallas diarias en la cocina, es la sartén. Da igual que prepares un salteado de verduras, un filete o unos huevos revueltos, estas siempre están en el centro de la acción. Pero con tanta intensidad de uso, no es raro que terminen con restos de comida pegada o grasa incrustada y difícil de eliminar. Recuperar su brillo original puede parecer una misión imposible, pero no tiene por qué ser así. Con los trucos adecuados, incluso las sartenes más usadas pueden recuperarse hasta parecer, incluso, recién compradas. Toma nota porque aquí te revelamos los mejores ‘tips’ para limpiar tus sartenes sin dañarlas y conseguir resultados impecables.

1. Vinagre y bicarbonato para sartenes quemadas

Para hacer desaparecer esas molestas manchas negras –que parecen imposibles de eliminar– estos dos productos serán tus mejores aliados. Para empezar, llena la sartén con suficiente agua como para cubrir el área quemada y añade un chorro de vinagre blanco. Después, coloca la sartén a fuego lento hasta que hierva. Tras esto, retírala del fuego y añade un par de cucharadas de bicarbonato de sodio. Como por arte de magia, la reacción espumosa hará que los residuos se despeguen. Una vez que la sartén se enfríe, frota con una esponja suave. ¡Notarás cómo las manchas se desprenden con facilidad!

2. Sal gruesa para una limpieza rápida

Si no tienes tiempo para métodos más elaborados y solo necesitas eliminar residuos de comida pegada, la sal gruesa es tu mejor opción. Vierte una cantidad generosa sobre la superficie de la sartén y, con la ayuda de una esponja o paño húmedo, frota suavemente. La textura abrasiva de la sal ayudará a remover los restos sin rayar el material. Este truco es especialmente útil para sartenes de hierro fundido, ya que no daña el recubrimiento y absorbe los residuos de grasa.

3. Zumo de limón para combatir la grasa

Rocía el interior de la sartén con zumo de limón fresco y deja actuar durante unos minutos. Después, usa una esponja para fregar suavemente la superficie. Si la grasa es especialmente resistente, puedes combinarlo con bicarbonato de sodio, lo que generará una acción de limpieza burbujeante que descompone la grasa.

4. Aceite para sartenes de hierro fundido

Las sartenes de hierro fundido requieren un cuidado especial para evitar que se oxiden o pierdan su revestimiento antiadherente natural. Un truco clave es usar aceite después de cada limpieza. Una vez que la sartén esté completamente seca, aplica una pequeña cantidad de aceite vegetal y distribúyelo uniformemente con un paño de cocina. Esto no solo previene la oxidación, sino que también ayuda a mantener la superficie antiadherente. Recuerda nunca lavar este tipo de sartenes con jabón, ya que esto puede afectar su revestimiento.

5. Detergente suave y esponja no abrasiva para sartenes antiadherentes

Las sartenes antiadherentes requieren un enfoque más delicado. Utiliza siempre un detergente suave y una esponja no abrasiva para evitar rayar la superficie. Si los residuos son persistentes, en lugar de frotar, pon a remojo, durante unos minutos, la sartén en agua tibia con unas gotitas de detergente. Después, los restos se desprenderán con facilidad. Este método asegura que la capa antiadherente se mantenga intacta por más tiempo.