Los 10 mejores restaurantes castizos de Madrid para celebrar San Isidro

Restaurantes de siempre o nuevos, famosas "neotabernas", barras para foodies y bares ilustrados despliegan sus menús y sus platos más castizos. Ideales para disfrutar en la inminente festividad de San Isidro (15 de mayo) o para "chulear" de gastronomía madrileña en cualquier otra ocasión.

Aquí nuestra selección de los 10 mejores restaurantes castizos de la capital.

El famoso cocido y sus "ordenados" vuelcos

/ Lhardy

LHARDY

El histórico y madrileñísimo Lhardy (1839) vive una nueva etapa de la mano del emblemático grupo de restauración Pescaderías Coruñesas. Tras una reforma integral, también en contenidos, sigue manteniendo su esencia y platos emblemáticos. Evidentemente no falta el cocido madrileño, así como su Wellington, el pato canetón o su mítico soufflé. En su tienda todos los clásicos como el caldo o el salmón ahumado al corte además de todos los dulces y pasteles típicos de cada fiesta local. ¡Incluyendo las rosquillas propias de estas fechas!

Cocida inspirada en los clásicos de Madrid y vistas apabullantes

/ Centro Financiero Genova

CLUB FINANCIERO GENOVA

Azotea Grupo y el Grupo La Ancha (con el chef Nino Redruello a la cabeza) toman este fabuloso y enorme espacio (2.800 m2) con vistas increíbles al centro de la metrópolis (se ubica en las plantas 14 y 15 del Centro Colón). Fue inaugurado en 1973 (ojo a los muebles vintage de su lobby) y pretende recuperar lo mejor de la tradición de los clubes de los siglos XIX y XX y adaptarlo a un club del siglo XXI (ahora pueden entrar a comer y cenar “no socios” en días y horas determinados).

Para su carta Redruello se ha basado en dos antiguos recetarios (de 1499 y 1920, respectivamente) y en algunas de las casas de comidas que han marcado un antes y un después en la historia culinaria de Madrid. No faltan la tortilla Velazqueña con salsa de callos o la ensalada de San Isidro, que tiene su origen en una tradición según la cual los labradores lavaban las lechugas de la tierra en la fuente junto a la ermita de su patrón pidiendo un año de lluvias y luego preparaban sustanciosas ensaladas con ellas para disfrutarlas en la pradera. No faltan los homenajes a lo mejor de la gastronomía capitalina. El bistec del Café de Fornos (en la calle Alcalá), el consomé gelée de Zalacaín, la menestra de Príncipe de Viana, el lenguado entero rebozado que preparaban en Casa Aroca o el rape a la Jacobina, un homenaje a la familia Hormaechea (y que el propio Sacha le ha enseñado a hacer).

¡Qué no falte el cuchareo (como estas pochas)!

/ El Lince

EL LINCE

El chef madrileño Javier Estévez rescata de la historia de la gastronomía madrileña un histórico local en Príncipe de Vergara que antaño se llamó El Lince-Casa Avelino. Es su segundo proyecto en la capital tras el éxito de La Tasquería. Vuelve a sus orígenes y propone una carta tradicional para todos los públicos, más abierta y menos radical, con un apartado de casquería en recetas populares (como las mollejas de cordero al ajillo, los sesos rebozados, la oreja de cerdo con salsa brava o la tortilla en salsa de callos), junto a platos de cuchara, guisos y pescados del día. No falta aquí su famoso guiso de callos, pata y morro. Cuenta con carta de cócteles y terraza.

Sabores de antaño y glamour añejo

/ Hevia

HEVIA

Con más de 60 años a sus espaldas Hevia es uno de los clásicos madrileños que sigue en manos la familia fundadora, ahora en su tercera generación. El que fuera el primer gastrobar de la capital sigue siendo todo un castizo y gourmet. Fueros los pioneros en plantear productos como los quesos de importación, el caviar y los pescados ahumados, que aun hoy se mantienen en carta (al corte y en ensalada). Delicatessen que nadie más tenía en la España de entonces. También de aquella época son los ya míticos callos a la madrileña de Hevia, el mejillón tigre, el Serafín (un montadito de lomo con pimiento rebozado), el Zepelín (taco de queso Emmental envuelto en jamón a la plancha) y los flamenquines con salsa Hevia. Todo servido a la antigua usanza y en un espacio entrañable. Una delicia en su más amplio sentido. Ojo a su hermano Bar H Emblemático, también buen hacer y todo rico. Cuentan con terraza.

El cocido es uno de sus hits

/ La Gran Tasca

LA GRAN TASCA

La cocina española más tradicional elaborada con los mejores productos es el santo y seña de la carta de La Gran Tasca, un local que lleva atendiendo a sus comensales desde 1942, manteniendo la solera de su local de siempre. Este restaurante, cuya personalidad en los meses de frío viene marcada por el cocido (elaborado con 15 ingredientes premium), con la llegada de la primavera deja brillar sobre la mesa la huerta, el mar y el campo español (sin olvidar sus conocidos callos a la madrileña o el rabo de toro). Son buenos ejemplos los pimientos del piquillo rellenos de bacalao y gambas, las flores de alcachofa con jamón y salsa casera de romesco, las judías verdes con jamón, el arroz caldoso con bogavante nacional, chipirones de costa a la plancha o las delicias de merluza de pincho. Todo "de toda la vida".

Grandes vistas, grandes viandas y grandes cócteles en la Gran Vía

/ La Pérgola/ The Principal Madrid

LA PERGOLA

La Pérgola, antes cubierta como parte del restaurante Ático del hotel The Principal Madrid, se abre a todos los madrileños y viajeros para contemplar el cielo de Madrid y unos atardeceres espectaculares desde la azotea de uno de los edificios más bonitos de la Gran Vía. Más madrileño imposible. Que se lo digan también a su menú: empanadillas de cocido, patatas bravas o el cochifrito de Segovia deshuesado acompañan a cócteles “castizos” (firmados por Daniel Cruz) como Chulapo (vermut infusionado con Pedro Ximénez y espuma de tónica), La Movida (versión de la Paloma con tequila, cordial de pimiento rojo asado y pomelo, licor de chocolate blanco, ancho reyes y soda) o Retiro, sin alcohol, para todos los públicos, con Seedlip Garden, manzana, cordial de menta y kombucha de lima.

¿Algo más castizo que el bocata de calamares?

/ Manero

MANERO

Manero es la taberna renovada en la que todo funciona y que viene precedida del éxito de resto de espacios del empresario foodie Carlos Bosch. Comida rica, atmósfera agradable, decoración top (de Lázaro Rosa-Violán) y servicio sobresaliente. Un espacio “de siempre” con el sabor de las tabernas castizas madriñeñas de toda la vida, pero con el twist del glamour clásico de principios del XX. En la barra vermuts, vinos por copa, tienda gastro y tapeo del bueno. Dentro, en sus salones no faltan platos castizos como las gildas, las croquetas de rabo de toro, los callos, las bravas… pero sin duda un must es su archiconocido (y muy muy gato) “bocata de calamares”, sin duda el mejor de la capital. Pronto abrirán nuevo (y gran) espacio junto al Congreso de los Diputados.

Callos a la madrileña

/ Ponzano

PONZANO

Ponzano es un referente de cocina castiza, elaborada siempre con el mejor producto, y recetas de toda la vida. Paco García regenta este local junto a su esposa Melania Berdún desde hace más de 30 años. Los escabeches, guisos, carnes de diferentes regiones y casquería son algunos de los protagonistas de los diferentes homenajes temáticos que realiza cada temporada por aclamación popular. Otro de sus imprescindibles es, sin duda, su completo cocido madrileño de los miércoles que se puede encargar para llevar cualquier día de la semana. Cuenta con salón para comidas tranquilas pero también con barra para un tapeo más informal y ágil.

Su famoso "steak tartare"

/ Señor Pepe

SEÑOR PEPE

Señor Pepe es un referente de cocina de producto y de (verdadero) mercado. Durante el mes de mayo (y solo martes, miércoles y jueves) presenta un menú taurino consistente en cecina premium con pan con tomate, tomates aliñados con encurtidos y polvo de cecina, garbanzos con rabo de toro relleno de foie, carrillera de toro al vino tinto con puré fino y borracho con helado de vainilla. En cualquier caso todo lo que se pida (ensaladilla, croquetas, guisantes, setas, tortilla de gambas, canelón de pollonegro…), especialmente las sugerencias del día, no defraudan nunca. Un sitio para foodies verdaderamente disfrutones.

CANOPY

El hotel Canopy by Hilton Castellana propone, para estas fechas, un menú muy castizo. Se trata del Cocido Z.0 y se ofrece como una experiencia gastronómica que comienza con un aperitivo de vermut acompañado de sendas croquetas de cocido para abrir boca. Luego vienen los tres “vuelcos”. El primero consiste en un caldo servido en una original Jarra Mason. El segundo vuelco trae garbanzos acompañados de verduritas, pero todo envuelto en un innovador papillote de col, tempurizado y crujiente. El vuelco principal es una brocheta de carne premium de Guadarrama. Para finalizar, los comensales pueden elegir entre las emblemáticas tartas de queso del chef Ignacio Martínez.