Ácido láctico para la piel, el milagro para las pieles sensibles
El ácido láctico va camino de convertirse en uno de nuestros mejores aliados para cuidar la belleza de nuestra piel. Te contamos por qué.
Hasta hace poco, los deportistas eran los que más hablaban del ácido láctico. De hecho, esta sustancia generada naturalmente por el organismo durante el ejercicio es la que hace que sintamos ese ardor muscular cuando hacemos demasiadas repeticiones o cogemos un peso elevado. Sin embargo, el ácido láctico también tiene muchas virtudes, especialmente en cosmética.
En los últimos años, el ácido láctico ha entrado con especial fuerza en las fórmulas de nuestros productos de belleza y cuidado de la piel favoritos. Se dice que sus efectos sobre la belleza de la piel son espectaculares. Pero, ¿qué es el ácido láctico? ¿Dónde se encuentra? ¿Es adecuado para todo tipo de pieles? ¿Cómo funciona este ingrediente mágico? Te lo contamos todo.
¿Qué es el ácido láctico para aplicar en la piel?
El ácido láctico es un ácido natural perteneciente a la familia de los AHA (alfahidroxiácidos). Cuando no es producido por el organismo, se encuentra en diversos alimentos como la leche, ciertas frutas y verduras y en algunas bebidas, incluido el vino. Suele combinarse con otras sustancias AHA como el ácido hialurónico, el ácido salicílico o el ácido ascórbico (vitamina C) para maximizar sus propios efectos.
Como todos los demás AHA, el ácido láctico tiene un efecto inmediato y duradero. Utilizado para exfoliar la piel, en mayor o menor medida según su concentración, permite acabar con la opacidad y recuperar una piel radiante. Utilizado en pequeñas cantidades, tiene sin embargo varias virtudes para la epidermis, especialmente la de hidratar y rellenar.
Gracias a su naturaleza exfoliante, el ácido láctico estimula la regeneración de las células de la piel sin atacarla, por lo que está especialmente indicado para las pieles sensibles. Además, hidrata y aporta luminosidad, a la vez que reduce las arrugas al estimular la síntesis de colágeno. Y por último, ayuda a eliminar las manchas causadas por la exposición solar.
¿Para qué tipo de piel está indicado?
El ácido láctico se recomienda para las pieles sensibles. Estas pieles suelen tener problemas de hidratación, algunas rojeces e irritaciones debidas a los cambios de temperatura, pero también arrugas y líneas de expresión difíciles de rellenar con los cuidados convencionales de la piel. El ácido láctico es el mejor AHA para este tipo de piel por su naturaleza menos agresiva que otros ácidos utilizados en cosmética.
¿Cómo utilizar el ácido láctico?
Pese a que se trata de un ingrediente especialmente recomendado para pieles sensibles, como con cualquier tipo de AHA, lo mejor es hacer una prueba en la piel antes de incorporarlo a tu rutina de manera definitiva, para evitar sustos y complicaciones y, en el caso de que tengas un cutis extremadamente sensible, consulta siempre a tu dermatólogo antes de empezar a utilizar cualquier cosmético o principio activo nuevo.