Zoë Kravitz muestra por fin cómo es el precioso vestido de novia diseñado por Alexander Wang que llevó en su boda

Medio año después de reunir a su entorno maś cercano en la mansión que tiene su padre, Lenny Kravitz, en París para celebrar su boda con Karl Glusman, Zoë Kravitz por fin ha publicado las primeras imágenes de lo que ocurrió de puertas para adentro. A lo largo de este tiempo tan solo sabíamos que la lista de invitados fue muy glamurosa, ya que pudimos ver llegar al evento a caras tan conocidas como Cara Delevingne y Ashley Benson o el elenco de estrellas femeninas que protagoniza junto a la novia la serie 'Big Little Lies'.

De todas las fotografías compartidas por Kravitz, todas preciosas y elegantes gracias al toque especial que aporta la edición en blanco y negro a este tipo de producciones, nos quedamos con esas en las que se aprecian los detalles de su original look nupcial, construido en torno a un precioso vestido diseñado por Alexander Wang.

En clave minimal, la pieza nos evoca por un lado a las bailarinas de ballet y por otro a los vestidos de cuentos de hadas y princesas.

A estos últimos se asemeja la delicada falda voluminosa de largo midi, mientras que a las primeras lo hace el dibujo del torso ceñido y ligero de tela, ya que está sustentado sobre tirantes finos e incluye un escote barco pronunciado. Al menos en nuestra humilde opinión, la pieza es una auténtico joya del diseñador norteamericano; sin duda alguna, de los vestidos de novia más bonitos del 2019 que hemos visto llevar a las celebrities en un año en el que se han casado nombres tan conocidos como los de Hailey Baldwin, Sophie Turner o Xisca Perelló.

Inevitablemente, Zoë Kravitz transmite una imagen muy dulce enfundada en semejante vestido, pero supo plasmar en su look nupcial su estilo personal, ese "rollo" tan suyo, al optar por combinarlo con unas bailarinas blancas, dándole un uso completamente novedoso a un calzado clásico que además potencia muchísimo las líneas del vestido.

Para completar su apuesta de forma exclusiva por la pureza del blanco', la artista optó por un recogido con diadema, también de clara reminiscencia al universo de las princesas de cuento, y un ramo de flores completamente blanco.