Muere Vivienne Westwood, la madre de la moda punk

La diseñadora británica Vivienne Westwood ha fallecido este jueves 29 de septiembre a los 81 años "en paz y rodeada de su familia en Claphan, South London", tal y como han confirmado sus allegados, que no han dudado en afirmar que "el mundo necesita gente como Vivienne para que haya un cambio a mejor". Sin detallar las causas del fallecimiento, su entorno ha dado a conocer lo que para muchos ha sido una absoluta sorpresa y la gota que ha colmado el vaso el mismo día que lamentamos la pérdida de Pelé.

Como el futbolista brasileño, esta creadora inglesa marcó un antes y un después en la industria de la moda y consiguió dos cosas que no siempre se logran tratándose de un universo tan amplio y diverso. Por un lado, romper radicalmente con lo establecido y cambiar la formalidad de los colores neutros por el mensaje contestatario que ofrecían los fluorescentes y los imperdibles. Por otro, ser capaz de que la moda contuviera un mensaje para que quien llevara puestas sus prendas pudiera diferenciarse de todos los demás y, a su vez, crear sentido de pertenencia.

"Para mí no era tanto la música como la necesidad de pertenecer a un grupo, de sentir la conexión con una pandilla. Lo deseaba con todas mis fuerzas y me daba igual que fueran los Queens Park Rangers, los skinheads o los teddies. Necesitaba ser algo", comenta el guitarrista de Sex Pistols en su biografía, 'Lonely Boy' (Libros Cúpula, 2022) acerca de cómo encontró en la ropa de Westwood lo que tanto tanto añoraba para tener una identidad propia. Por entonces, la diseñadora había abierto junto a su pareja y socio Malcolm McLaren 'Let It Rock', una tienda en King's Road que creó un estilo propio.

Ni Vivienne ni el que sería más tarde mánager de Sex Pistols querían abrir una tienda al uso, de esas que se fundan "con la mentalidad de 'compra y lárgate'" habituales de los años 70, como comenta Jones en sus memorias, sino que se convirtió en un punto de encuentro para músicos y amantes de lo transgresor. Allí se podían encontrar todo tipo de reliquias y prendas a las que no faltaba excentricidad: goma, charol, látex, rejilla, lurex, cuero; no había tejidos y texturas que no tuvieran cabida en aquella 'boutique', que rápidamente mutó su nombre a 'Too Fast Too Young To Die' y terminó por llamarse 'SEX'.

Solo quien quería llamar la atención cruzaba el umbral de aquella puerta con enormes letras en color fucsia para comprar prendas exclusivas, llenas de tachuelas, imperdibles, cremalleras y cuerdas. Entre algunas de sus clientas habituales, de hecho, se encontraban dos de las representantes del movimiento punk de aquellos años, Chrissie Hynde, cantante de The Pretenders, y Viv Albertine, guitarrista de The Slits.

Tras fundar el origen del punk textil o la antimoda, la diseñadora creó su primer desfile, 'Pirate' (1981), cuyos modelos adoptaban la estética de estos personajes, para después pasar a 'Nostalgia of Mud (o Buffalo Girls)' en 1982, para la que se trasladó a París, cambió totalmente de registro y combinó ropa tradicional latinoamericana (como cholas o polleras. Lo histórico, lo barroco y lo eduardiano también formaría parte de sus colecciones, que años después llevarían a las pasarelas iconos como Naomi Campbell, Helena Christensen o Kate Moss. Si bien otros diseñadores intentaron replicar algunas de sus ideas, la expresión de Westwood quedó intacta por su contundencia y unicidad.

Y es que su intención no solo fue cambiar el mundo a través de la moda, sino también con su presencia en manifestaciones y actos contra el cambio climático, la corrupción en las altas esferas de la política inglesa o la guerra. La diseñadora mantuvo su actividad reivindicativa hasta sus últimos días y se dejó ver en manifestaciones en apoyo a Julian Assange, contra la deforestación de la Amazonía por parte del Gobierno de Bolsonaro o a favor de acabar con las armas nucleares. Descanse en paz la musa de la lucha, la originalidad y el atrevimiento.