Juana Martín: “Hemos hecho historia, pero mantenerse en la Alta Costura sin ayudas es complicadísimo”

Hablamos con la diseñadora sobre romper cánones, conciliar, su trayectoria y sus nuevos proyectos.

La diseñadora Juana Martín, primera mujer española y gitana que participa en la Alta Costura de París

La diseñadora Juana Martín, primera mujer española y gitana que participa en la Alta Costura de París.

/ Cortesía de Juana Martín

Hizo historia al convertirse en la primera mujer española y gitana que participaba en la Alta Costura de París y, ahora que afronta su tercer desfile en la ‘primera división’, Juana Martín (Córdoba, 1974) ha consolidado su firma homónima como un referente en la industria patria. La diseñadora toca todos los palos: moda flamenca, novias, pret-a-porter… y ahora también ha confeccionado el vestuario para el espectáculo flamenco ‘Ángeles y Demonios’, que estará del 27 de junio al 2 de julio en el teatro EDP Gran Vía de Madrid, donde nos recibe después de una noche en vela. “La obsesión de que me iba a quedar dormida e iba a perder el AVE…” nos confiesa. Tiene un hijo de cuatro años y ha madrugado mucho para viajar desde Córdoba; además, en dos días coge un vuelo a Nueva York, donde pasará 48 horas para preparar una exposición antes de volver a casa y afrontar una nueva temporada en la Haute Couture. Un ritmo frenético cuyo único secreto es “trabajar, trabajar y trabajar”.

Llevas más de 20 años trabajando en la moda. ¿Siempre supiste que querías ser diseñadora?

Siempre. Siempre he querido trabajar en la moda, lo tenía muy claro desde pequeñita, era una vocación que no se podía evitar. Me formé en Córdoba y luego seguí con la formación más importante, que es la práctica continua. En la época en la que yo empecé hace 25 años era muy diferente a ahora y, en mi caso, prácticamente he crecido en un taller.

Aunque desfila en la Alta Costura de París, Juana Martín mantiene su taller en su Córdoba natal

Aunque desfila en la Alta Costura de París, Juana Martín mantiene su taller en su Córdoba natal.

/ Cortesía de Juana Martín

La esencia de tu firma mira al pasado: Orígenes, Andalucía… ¿Siempre encuentras inspiración en tus raíces? 

El ‘leitmotiv’ de la marca es la cultura, la tradición, las raíces… pero eso lo traemos a lo contemporáneo. Aunque no lo creas, mis diseños son muy actuales porque depuramos sin olvidar de dónde venimos, que es de Andalucía, de por sí un centro continuo de inspiración en muchos sentidos. 

En esta industria parece que la novedad siempre es bienvenida y lo difícil es mantenerse. ¿Cuál es tu clave del éxito?

Llegar es fácil, lo difícil es mantenerse y avanzar cada temporada, sobre todo tal y como está el patio, que venimos de una pandemia que ha traído muchos cambios al mundo de la moda. ¿La clave? Trabajar muchísimo, si quieres conseguir en la vida no hay más secreto que trabajarlo y dejarte parte de tu vida en el trabajo.

Mantienes tu atelier en tu Córdoba natal. ¿Qué hay detrás de esta decisión?

Mi familia, mi casa, mi peque, que ahora tiene 4 añitos, mi madre, mi padre, que ya no está con nosotros pero sí sigue estando en Córdoba, mis hermanos… Allí nosotros tenemos una calidad de vida extraordinaria y si hay que viajar por trabajo, me sacrifico yo, pero no sacrifico ni a mi hijo, ni a mi marido, que también tiene allí su puesto de trabajo. Para mí coger un AVE a las 6 de la mañana para venir a Madrid no es ningún problema, pero por la noche vuelvo y duermo en casa con mi bebé.

Has hecho historia al ser la primera diseñadora española que participa en la Alta Costura de París. ¿Qué se siente?

Llevamos ya seis años en París y esta será la tercera vez que estaremos en la Haute Couture; para mí es un privilegio, hemos hecho historia, pero mantenernos ahí cuesta muchísimo. Estamos hablando de la Alta Costura, de lo que conlleva desfilar cada seis meses en París, donde cualquier sitio es una fortuna. La moda es cultura, pero detrás no hay ayudas, no hay nadie que nos aporte, no hay un inversor… todo lo tenemos que sacar a pulmón y eso es mucha carga.

Creo que la Semana de la Moda de Madrid nos lo pone muy fácil a los diseñadores, pero no valoramos lo que tenemos hasta que nos vamos fuera.

Acostumbrada a desfilar en Madrid, ¿cómo fue hacerlo en París?

La diferencia es enorme. Creo que mis compañeros y yo lo hemos tenido mucho más fácil aquí, pero no valoramos lo que tenemos hasta que no salimos. En París tú te lo comes, tú te lo bebes y tú te lo tienes que montar todo; aquí tienes la oportunidad de tener modelos, maquillaje, peluquería, backstage, iluminación, fotografía… y cuando te vas fuera tienes que buscar esa logística por tu cuenta. 

¿Y no te gustaría seguir desfilando en Madrid? 

Siempre que me llaman intento cumplir con mi gente aquí en España y nos gusta hacer alguna aportación colaborando con Madrid Es Moda o con ACME [la Asociación Creadores de Moda de España], pero se nos complica un poco montar otro desfile aquí cuando venimos de hacerlo en París, que ya supone un gran desembolso por parte de la marca.

En tu opinión, ¿qué le falta a la Semana de la Moda de Madrid para poder medirse con la de París o el resto de grandes capitales de la moda?

Estar en el calendario oficial. Es decir, está Nueva York, está Milán, está Londres y está París. Y Madrid está entre medias de uno y otro y eso hace que a la prensa internacional le cueste venir. Yo creo que Madrid Fashion Week lo hace muy bien, pero tenemos que dar un pasito más en ese aspecto. 

Dices en tus entrevistas que ser mujer, gitana y andaluza no encaja en los cánones de lo que has vivido hasta ahora. ¿Te has encontrado con muchas barreras? 

Al final todo son experiencias y siempre se aprende algo, de lo bueno y de lo malo, y todo ello ha hecho la mujer que soy hoy. El trabajo dignifica y con él se demuestra quién eres y el valor que tienes y que mucha gente no te da porque no eres su prototipo de diseñadora o de mujer. El tiempo lo pone todo en su sitio y en este caso Francia ha reconocido el trabajo y me quedo con eso. 

Creas vestidos de novia y de flamenca, colecciones de prêt-à-porter, de Alta Costura… ¿cómo lo compaginas todo? 

No sé cómo llegamos, no me lo preguntes porque no hago magia (risas). Es mucho trabajo, muchos fines de semana trabajando, no parar, y un buen equipo que tengo detrás y que entregamos el alma en todo. 

Estando tan involucrada en un proyecto, será difícil poner el límite entre lo personal y lo laboral…

No existe; no hay una Juana fuera del trabajo. O sea, yo estoy respondiendo entrevistas mientras le doy de comer al niño. Es el momento de situarse, de aprovechar todo y ahora mismo no hay una ‘Juana persona’: Juana es mamá, es ama de casa, va a Madrid por trabajo… Le llaman conciliación… y ser mujer, que parece que podemos con todo.

Patricia Donn presenta el espectáculo flamenco 'Ángeles y Demonios' en el teatro EDP Gran Vía de Madrid

Patricia Donn presenta el espectáculo flamenco 'Ángeles y Demonios', del 27 de junio al 2 de julio en el teatro EDP Gran Vía de Madrid.

/ Smedia

Y todavía has sacado tiempo para diseñar el vestuario del ballet flamenco ‘Ángeles y Demonios’. ¿Cómo ha sido la experiencia?

No es la primera vez que hacemos vestuario para teatro, pero este ha sido un proyecto muy especial. Esta obra es una maravilla porque lleva el baile contemporáneo y el flamenco a un mensaje sobre la supervivencia y la fuerza sobrenatural que tiene el ser humano cuando llega a tu vida una enfermedad como el cáncer. Patricia Donn [coreografía y protagonista] es un fenómeno y cuando me llamó Lucho Ferruzzo [idea y guión] no me lo pensé. Por desgracia, todos hemos vivido una enfermedad así en nuestras casas, yo lo he vivido muy de cerca, y de alguna forma esto me ha permitido involucrarme en algo muy especial.

¿Qué hay de especial a la hora de crear prendas para un espectáculo de baile?

En este caso, obviamente, las bailarinas. Tienes que adaptar el traje a la persona que lo va a llevar y a unos movimientos, y eso hablando de Alta Costura es un hándicap. Lo importante es que todo sume: las luces, el teatro… y el traje tiene que formar parte de este todo. 

¿En qué estás trabajando ahora? 

Ahora mismo estamos trabajando en una exposición en Nueva York y cuando volvamos prepararemos la Alta Costura de otoño-invierno 2023, que desfilamos el día 6 de julio a las 12 de la mañana en París, todavía no te puedo decir dónde porque no lo sabemos. Así que no sé cómo acabaremos el verano porque solo eso ya es muchísimo trabajo. 

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