Jennifer Lopez llevó hasta tres vestidos de novia distintos en su boda con Ben Affleck, cada cual más maravilloso

Ralph Lauren firmó todos y cada uno de los diseños que nada tenían que ver entre sí pero que recogían a la perfección la esencia de la artista. 

Jennifer Lopez vestida de novia

Jennifer Lopez vestida de novia.

/ Instagram @jlo

Ha habido que esperar unos días pero por fin hemos podido ver con todo lujo de detalles cómo fue el vestido de novia que Jennifer Lopez lució para casarse con Ben Affleck por segunda vez. O mejor dicho, los vestidos, porque tal y como hemos podido comprobar en las imágenes del enlace que ha hecho públicas a través de su newsletter OntheJLO no ha sido uno solo sino que a lo largo de la celebración llegó a aparecer con tres diseños diferentes.

El primero de ellos era del que ya teníamos algunas pistas gracias a las fotografías que se habían tomado desde el aire durante la ceremonia que duró apenas 45 minutos bajo la cúpula blanca de una iglesia creada para la ocasión en el jardín con vistas al río. Un diseño casi escultórico de Ralph Lauren creado en exclusiva para la artista que está inspirado en piezas de archivo de la firma como muestra su característico cuello alto al que se añade un original dobladillo con volantes. Lleva un escote redondo a la espalda, una estilizadora manga y es de impoluto color blanco, aunque lo que verdaderamente destacan son los más de 1000 pañuelos cortados a mano y 1640 pies de tela se cortaron en volantes y se unieron a mano, creando una falda voluminosa y romántica. "Cada pañuelo se convierte en un recuerdo nostálgico y una reliquia moderna, mientras que las mangas con volantes de intrincada construcción se convierten en una declaración de artesanía y diseño digno", ha explicado la marca al respecto.

Después de semejante despliegue para el "sí, quiero" podrías pensar que lo tenía muy difícil para superarse pero ya sabes que no lo es en absoluto para JLO.

La artista transformó por completo su look al inicio del banquete que estuvo supervisado por el chef Bruce Moffett y Cru Catering para adentrarse en un vestido de silueta sirena que contaba con un pronunciado escote en forma de ojo de cerradura enmarcado con cristales de Swarovski de diferentes formas y tonos de blanco que se alargaban desde el cuello hasta la espalda en dos tiras que quedaban cruzadas por la espalda. Le añadió simplemente un velo con capa de organza y unos pendientes de diamantes creados para la ocasión por Samer Halimeh en forma de flor y gota como accesorios.

El remate final lo puso el más fantasioso de los tres vestidos de novia, uno ajustado que también dejaba la espalda casi al desnudo para cubrir en cascada el resto del cuerpo con una enorme colección de hilos de perlas. Hasta 30 artesanos trabajaron durante 700 horas para bordar esta pieza con micropliegues de tul de seda, pequeños adornos de perlas y cristal de Swarovski que acompañó de las sandalias Maisel de Jimmy Choo.

Lo que no cambió en toda la jornada Jennifer Lopez fue el cabello, ya que en todo momento lució el pelo retirado del rostro recogido en un sofisticado moño alto bien pulido obra de su estilista de confianza Chris Appleton.

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