Al habla con... Patricia Field

El éxito de Sexo enSexo enNueva York

Aquella serie revolucionó el estilo de las mujeres. Dejaron el traje de los 90 y empezaron a creer en la individualidad.

¿Cuántas veces has llamado a tus amigos de la industria para hacer posible lo imposible?

Muchas. En El diablo se viste de Prada tenía un presupuesto de 110.000 dólares y la ropa que sale ¡cuesta millones! Para el personaje de Meryl Streep conseguí chaquetas de Bill Blass, de finales de los años ochenta, que ni siquiera se habían visto en pasarela.

¿Qué tal con los diseñadores?

Cada vez mejor. Respeto a Galliano, Westwood, Mugler...

¿Y cómo ayudas a los jóvenes?

Pueden traer lo que quieran a mi tienda y así no tienen que hacer producción. Es un mercado libre.

¿Algún must para este año?

Guantes (son sexis) y sombreros.

¿Tus prendas fetiche?

Vaqueros y camisetas. La moda hoy es muy democrática. Bill Gates lleva los mismos polos que el resto. La diferencia está en el precio: de siete a 200 dólares, según la etiqueta. Te gusta comprar imitaciones… Es que algunas son tan buenas que las prefiero a las auténticas.

¿A quién te gustaría vestir?

A alguien muy importante.

¿Hillary Clinton, quizá?

Lo intenté, pero no me respondió