El despliegue de Máxima de Holanda en Grecia: vestidos de gala, zapatos planos (y elegantísimos), joyas con historia...

En la maleta que Máxima de Holanda se ha llevado a Grecia no hay espacio para la improvisación. Considerada una de las 'royals' más fashion de Europa, la monarca nos ha regalado durante este viaje de Estado de tres días un auténtico carrusel de looks impecables y repletos de detalles que han captado la atención de la prensa internacional, como su guiños a la moda griega, su cambio de zapatos a mitad de jornada o las piezas superespeciales que ha sacado del joyero real para la ocasión.

Tras su llegada a Atenas, a la pareja le esperaba una agenda frenética en la que no faltaban las reuniones, las visitas a hospitales, monumentos y exposiciones, una cena de gala e, incluso, un paseo en bici. Y, durante todos estos compromisos, Guillermo y Máxima se han mostrado radiantes y felices por el vínculo que les une con este país, en el que veranean desde hace casi una década: en 2012 adquirieron una mansión a orillas del mar Egeo, una propiedad a la que se escapan siempre que pueden junto a sus tres hijas (lo cual les obligó a pedir disculpas por saltarse las normas en plena pandemia y viajar hasta su particular paraíso pese a las restricciones).

Centrándonos en cuestiones de moda, la reina Máxima es de las que cree que "más es más" y lo cierto es que lo defiende con nota, algo que hemos visto desde que aterrizó en el aeropuerto -ataviada con un 'total look' en tono camel- y hasta su despedida en la ciudad de Tesalónica -donde ha demostrado su habilidad como ciclista sin renunciar a los tacones-.

Pero, sin duda, el look que más titulares ha acaparado es el que estrenó para su primer día en Grecia. Se trata de un vestido bicolor de la firma local Zeus + Dione, detrás de la cual se encuentra la esposa del primer ministro griego, Mareva Grabowski, y su socia, Dimitra Kolotoura. Para rematar este homenaje a la moda griega, la reina de raíces argentinas apostó por un tocado con red de Philip Treacy, un clutch plateado y unos 'stilettos' con detalles de vinilo de Gianvito Rossi que tuvo que sustituir por unas manoletinas planas durante su visita a la Acrópolis, dejando claro que ir elegante y en zapato plano es perfectamente compatible.

Mención aparte merece su 'outfit' para la cena de gala celebrada en su honor esa misma noche en el Palacio Presidencial, en la que también sacó la artillería pesada de su armario. ¿Su apuesta? Un vestido de terciopelo y guipur de Costarellos, una marca muy popular en Grecia que, consciente de que todas las miradas estarían puestas en ella, combinó con una de las grandes piezas del joyero de los Orange: la tiara Mellerio, que lleva en la familia desde 1888 y cuenta con brazalete, pendientes y anillo a juego como vemos en su look. ¡Siempre impecable!