Carla Bruni demuestra que las medias de encaje son aptas para mayores de 50

El pasado sábado 7 de diciembre se celebraba la ceremonia de reapertura de la Catedral de Notre Dame, cinco años después del incendio que estuvo a punto de hacerla desaparecer. Los rostros más conocidos de la realeza europea y líderes políticos han tenido la oportunidad de reunirse en esta ceremonia y lucir sus mejores galas, entre los que hemos encontrado personalidades como Donald Trump, el príncipe Guillermo o Carla Bruni, entre otros.

Los primeros en llegar a esta velada fueron el expresidente francés Nicolas Sarkozy junto a su mujer, Carla Bruni, que eran recibidos por Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte. También pudimos ver a la presidenta italiana, Giorgia Meloni, a Matilde de Bélgica o incluso a Salma Hayek. Todas ellas, protagonizando 'looks' de abrigo por el tiempo que hacía en la capital de Francia.

El 'look' de Dior de Carla Bruni para la reapertura de la Catedral de Notre Dame

Sí, Carla Bruni ha vuelto a demostrar por qué es un ícono de la moda francesa e internacional con un estilo inconfundible que combina elegancia y naturalidad. Para la ocasión ha recuperado un diseño de archivo de Dior de la era John Galliano, el mismo que lució en 2008 durante un encuentro con la reina Isabel II... Un sí en toda regla para eventos de este calibre.

El conjunto destaca por un abrigo de paño gris ajustado que realzaba su figura gracias a un cinturón fino y minimalista que marca la cintura. El diseño era innovador en detalles como las solapas circulares y una especie de corbata transformada en volante. Sin embargo, el toque más atrevido y cautivador han sido las medias de encaje con las que ha combinado el 'look'.

Este elemento ha roto con la rigidez del protocolo y ha demostrado que las mujeres mayores de 50 también pueden lucir piernas infinitas con medias de encaje, sin miedo al éxito. Y para rematar, apostó por unos zapatos kitten heels negros, de textura casi aterciopelada. En cuanto a su pelo, llevaba un semirrecogido bajo, uno de los peinados más distintivos de Carla, que dejaba su característico flequillo cortina y algunos mechones sueltos.