Isabel Sanchís: "Les digo a mis hijos que ellos harán un imperio"
Sus creaciones, cada vez más presentes en las alfombras rojas, deslumbraron en la pasarela de la Barcelona Bridal Fashion Week. Isabel Sanchís y su hija Paula Maiques visten a una novia “muy segura de sí misma” y a una mujer “que quiere llamar la atención”.
La firma Isabel Sanchis se caracteriza por un pret-à-porter de lujo, una alta costura que llevada a sus colecciones de novia alcanza máximo esplendor. Nos encontramos con ellas, Isabel y Paula, en el backstage antes de su desfile, donde nos mostraron sus delicados y modernos trajes, repletos de detalles trabajados a mano y en tejidos de gran calidad -incluido el neopreno- inspirados en la combinación de la naturaleza y la escultura. Todo sale de su taller en Valencia, donde está su tienda. “Somos una empresa familiar moderna haciendo confección tradicional”, dicen. Entre bambalinas está también su hijo Francesc Maiques Sanchís, CEO de la marca, que a finales de año dará otro salto cualitativo con la apertura de su primera tienda en Madrid.
Son 16 años participando en la Bridal, ¿los nervios han sido los mismos que la primera vez?
Totalmente, la ilusión no cambia. Aquí desfilamos por primera vez, no lo olvidaremos nunca porque nos abrió las puertas a nivel internacional. Nuestra firma está ahora en más de 40 países, y el 90% de nuestra venta es internacional.
¿Cómo es diseñar para novias, qué diferencias hay con respecto a vuestras otras colecciones?
Nosotras empezamos con fiesta, y somos fuertes en eso, después llegaron las novias y las afrontamos de la misma forma, unificamos ideas, estilos y técnicas hasta que la colección va tomando forma. La novia tiene que tener mucho detalle, con un toque muy especial, tienen que ser piezas muy diferentes y trabajadas.
Esta colección está inspirada en la naturaleza…
Lo podemos ver con el elemento de la flor, que está presente en muchos de los vestidos y estampados, nos encanta la técnica de las flores incrustadas, que nos da un efecto como de esculpir el vestido sobre el cuerpo. Las flores siempre dulcifican una prenda y la hacen más romántica, y eso en la moda nupcial es muy importante. También usamos grandes lazos, colas, bullones... nos gusta el mix de lo tradicional con algo más rompedor.
¿Cuesta encontrar fuentes de inspiración a la velocidad que va de la moda?
Es verdad que trabajamos de forma muy rápida, nosotras a veces terminamos a las 10 de la noche y al día siguiente hay que madrugar para coger el coche y seguir... ni tiempo tenemos de ir a la peluquería muchas veces. Cuando volvamos a casa el taller estará hasta arriba de trabajo porque tenemos las confirmaciones de París, y vuelta a empezar, es non-stop. Cuesta parar para encontrar la inspiración, porque te has exprimido y volcado al máximo para sacar todo lo que querías expresar, y hay que hacer borrón y cuenta nueva. Yo a mi hija (Paula, al lado) le intento aportar calma.
¿Y ella a ti qué te aporta?
¡Valentía! Es una gran trabajadora y tiene mucho gusto. Su padre me ha visto trabajar siempre tanto, que quería otra cosa para ella. Pero de niña ya estaba conmigo vistiendo a las muñecas. Mis otras dos hijas, en cambio, no tienen nada que ver, una es ingeniera aeronáutica y la otra abogada laboralista. Francesc, mi hijo, es el CEO de la empresa, ellos aportaron el ímpetu que necesitaba la empresa.
Qué satisfacción formar una empresa tan familiar, ¿no?
Mucha, es muy bueno que todo el trabajo lo puedan continuar ellos, yo siempre les digo que van a construir un imperio. Cuando vas a ferias y acabamos cansadas, luego cenamos juntos y es como estar en casa, muy cómodo y acogedor. ¿La parte mala? Que cuando comemos todos juntos los domingos se convierte en una reunión de empresa, no desconectas.
¿A qué tipo de mujer te gusta vestir?
A una mujer fuerte y que busque destacar, que aprecie el patronaje de un vestido para que le siente realmente bien.
Cada vez vemos a más actrices y celebs con tus diseños, ¿cuáles son algunas de tus clientas o musas favoritas?
Muchísimas, como Nieves Álvarez, una modelo perfecta para nuestros diseños. A Penélope Cruz la pondríamos guapísima y también a Cate Blanchet y a Zendaya, ¿por qué no?
¿Cómo empezaste tú y después tu marca?
En mi época tenían previsto para nosotras un secretariado y poco más. Yo empecé trabajando en El Corte Inglés pero por las tardes estudié lo que me gustaba, Patronaje en la escuela de Artes y Oficios. Pedí una excedencia, monté un taller de arte y confección y daba clases para las vecinas, hasta que una señora me dijo que era muy bueno lo que hacía y que había que llevarlo a una tienda. Fuimos a una muy buena de Valencia, y de allí a toda España. En 2008, la crisis económica nos llevó a vender fuera, sobre todo a los árabes, que nos equipararon con las grandes marcas y nos colocaron junto a Óscar de la Renta, Carolina Herrera y otros grandes. Fuera la fiesta es más exagerada, y todo lo español está muy valorado, encontramos un mundo enorme pero muy exigente. Eso nos hizo investigar y trabajar más.
Hasta llegar a este momento, ¿cuál es vuestra visión de futuro inmediato?
Por una parte seguir con la internacionalización y ahora también abrir tiendas propias, las grandes marcas ya lo han hecho o lo están haciendo. A final de año esperamos estar en el barrio de Salamanca de Madrid y después… ¡Ojalá en Paseo de Gracia!
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