Una vez veas el escote profundo que ha llevado Vicky Martín Berrocal, no vas a querer llevar otro

'La felicidad no tiene talla ni edad'. Eso, al menos, es lo que cree Vicky Martín Berrocal y miles de mujeres y hombres del mundo que creen necesario reivindicar la diversidad y la autoestima. Porque aquello de que "hasta que uno no está bien consigo mismo, no lo está con los demás, no es algo baladí, sino que realmente el hecho de quererse mucho a uno mismo es sinónimo de sentirse seguro con lo que se hace y lo que se dice, de sentirse con total libertad para ser uno mismo y abrirse al mundo y a los demás.

De ahí que cada vez tengamos más claro que el título del último libro de Vicky Martín Berrocal sea de lo más acertado, puesto que la diseñadora no solo ha plasmado una verdad como un templo en la carta de presentación de este ejemplar sino que también ha puesto en evidencia que eso mismo lo ha aplicado a su vida y que está en un momento de paz absoluta con su persona y su personalidad.

Eso no solo lo ha demostrado en este último trabajo, sino también en sus últimas apariciones públicas, en las que, de hecho, ha salido de su zona de confort para dejarse llevar por otros colores y formatos a la hora de vestir. En este sentido, conviene recordar que la sevillana siempre se ha declarado fan del color negro, con el que se siente cómoda y bella, ya sea con un vestido, con un mono o con un traje más formal.

Así, la hemos podido ver con propuestas en tonalidades más veraniegas, con colores blancos y crema, con los que sin duda ha podido presumir de forma y de caderas. También vestida de azul, con escote palabra de honor y aberturas en el caso del diseño plisado y satinado de Mango, que ya ha agotado existencias y que le sentaba de maravilla. Pues bien, ahora Vicky Martín Berrocal ha vuelto a su habitual negro con un bonito vestido sencillo y, a su vez, súper atrevido.

Se trata de un vestido negro de House Of CB, que tiene manga larga (lo que lo hace perfecto para un look de noche) y cuyo largo alcanza casi el suelo. Estilizando de nuevo las caderas, su punto fuerte reside en el escote, drapeado y hasta la cintura, lo que deja al descubierto buena parte de la delantera y oculta estratégicamente el pecho, para poder presumir de escote y abdomen. Con unos salones de cualquier color, incluso negros, queda perfecto.