Lydia Valentín: "Cuando lo tienes todo, es el mejor momento para dejar el alto rendimiento"
La retirada de Lydia Valentín ha sido una triste noticia para el deporte español. La de Ponferrada y su inconfundible gesto formando un corazón con las manos han marcado un antes y un después en la halterofilia.
Lydia Valentín ha participado en cuatro Juegos Olímpicos, obteniendo una medalla de oro en Londres 2012, una de plata en Pekín 2008 y una de bronce en Río 2016. Además, ganó cuatro medallas en el Campeonato Mundial y doce medallas en el Campeonato Europeo entre 2007 y 2019. Gracias a sus logros, ha acercado un deporte minoritario a la sociedad y se ha convertido en un referente para muchas mujeres.
Una lesión de cadera ha sido definitiva para tomar la decisión de retirarte. ¿Ha sido difícil?
Difícil siempre es porque estás poniendo un punto y final, pero la lesión de cadera ha hecho que vea que no estoy al 100% y eso me ha llevado a tomar la decisión antes de los Juegos Olímpicos de Paris y a centrarme en la recuperación, pero para mi vida normal y no pensando tanto en el alto rendimiento.
La salud es lo primero…
Obviamente y yo lo he conseguido todo en mi deporte y haciendo balance no me compensa una medalla más frente a que pueda estar el resto de mi vida con un dolor crónico. Siento que cuando lo tienes todo, es el mejor momento para dejar el alto rendimiento.
¿Qué es lo mejor que te ha dado este deporte?
La halterofilia me ha dado muchos años de aprendizaje, valores y la persona en la que me he convertido por practicar alto rendimiento. Como dije el día de mi despedida, al final he creado una mentalidad de alto rendimiento que se extrapola a cualquier ámbito de la vida.
Tu gesto del corazón se convirtió en tu seña de identidad. ¿Cómo surgió?
Lo hice por primera vez cuando quedé Campeona de Europa, estaba muy contenta y muy ilusionada. Y lo volví a hacer en Rio porque me sentía muy agradecida a todo el mundo que estaba viéndome para conseguir esa medalla y fue una manera de agradecerles el hecho de que me estuvieran apoyando.
¿Cómo vives haberle dado visibilidad a un deporte minoritario como la halterofilia?
Lo vivo de una manera muy satisfactoria porque al final soy Lydia Valentín y que por una única persona se conozca el deporte… Eso es algo que pasa con muy pocos deportes en España. La verdad que me alegra que tengan en mí un referente y un camino abierto para la práctica de la halterofilia y se haya puesto este deporte en el mapa.
Además de ser un referente como deportista, has ayudado a romper estereotipos…
Para mí es algo satisfactorio que se vea que al final el deporte no tiene sexos, no hay deportes para chicos o para chicas, es cuestión de talento. Me gusta pensar que gracias a mí, más niños y niñas practican halterofilia.
Ahora comienza una nueva etapa. ¿Seguirás ligada a la halterofilia?
A corto plazo estoy centrada al 100% en la recuperación de mi cadera y después tengo diferentes proyectos que quiero desarrollar y que tienen que ver con el mundo deportivo.
¿Qué papel ha jugado Iberdrola en tu trayectoria profesional?
Es muy importante para los deportistas olímpicos que empresas como Iberdrola fomenten el deporte femenino, que nos ayuden a impulsarnos y a que podamos sentirnos arropados mientras nos centramos en entrenar. Gracias a lo que está haciendo Iberdrola con el deporte olímpico femenino se consiguen más resultados.